Pues, por ejemplo, voy a contar los kilómetros que hago por mi trabajo.

A lo largo del año me muevo carretera para arriba, carretera para abajo. A bordo de mi cochecico negro. Con la música que va dando forma a las nuevas historias. Pero nunca me he fijado ni he sabido calcular cuántos kilómetros hago al cabo del año. Así por encima, me dice alguna gente. Ni por esas. Ni idea. Muchos.

La verdad es que nunca me había planteado contarlos, pero de tanto preguntármelo al final se me ha quedado la manía. Esto me recuerda a Pepe Ávalos, contándome que un día a Valle Inclán le preguntaron si dormía con la barba por fuera de la manta o por dentro. Desde entonces no pudo pegar ojo.

hasta el día de hoy, 26 de enero, he conducido 1430 kilómetros. Desde mi casa he ido cuatro veces a Alicante, una a Liétor y otra a Leganés. Para no haber aabado el mes no está mal.

Otra cosa. A los brazos. Una nueva sección. Va a parecer esto el corte inglés. A los brazos vendrá la gente a la que quiero, de la que me alegro de ver y de la que haya algo que contar. Claro, no podría empezar por otra persona más que Pau.

Y poco más. Gracias a las personas que leéis.

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