Retomo mi contador de km. En lo que va de año 11693 más 408 de este viaje, hacen un total de 12101 km.

Es mi tercera y última visita a este centro, dentro del programa La llegada del otro y siempre es un placer volver. Aquí no se trabaja con primaria, se trabaja con los ciclos superiores de T.A.S.O.C. y T.I.S. Y es un placer, insisto. En este caso, como era la última visita, dedicamos la hora de duración (que el interés y tema convirtieron en dos largas) a hablar de por qué contar, para qué y sobre todo cómo. Vimos varios ejemplos "con libro" de los mensajes que hay por debajo de algunos textos, de las reflexiones, de la diferencia, sobre todo de eso, de la diferencia. Y de la voz, de las manos, y de la mirada, y del cuerpo, y de hablar, y de escuchar, y de jugar, y de conocer, y de internet, y de la muerte, y de símbolos, y de juegos, y de límites, y de... buf. Todo aquello que forma parte de nuestro cotidiano, de nuestro día a día, y nos preocupa por cómo lo vemos. Y de niños y de niñas y de cómo les obligamos desde nuestra sociedad a vivir, sin juego, sin sueño, sin imaginación, sin libertad para ser niños o niñas.

Y volví a casa, olvidado de que tenía que ver a Cristina Verbena, con ganas de ver a Pau, que mañana marcho para Madrid y ya no lo veo hasta... ays, que no quiero ni pensarlo.

El regreso... bonito. No hay mucho tráfico, a pesar de que hoy ya regresan los últimos madrileños que han venido a pasar el puente ("peaso" puente el suyo) a las costas mediterráneas.

Besines con calcetines

Félix

4 comentarios:

    Es un gusto ver por donde van tus pies y saber que pronto los veo de cerca. Y lo que es mejor escucho tus cuentos que ya hace mucho desde la última vez.
    Nos vemos mañana en Sevilla!

     
    On 4/6/07 02:00 Anónimo dijo...

    espero que todo te vaya bonito, politta. y que tus cuentos sigan emocionando almitas... cuidate!

     

    Que actualice!!!!
    que actualice!!!!
    que actualice!!!!

     

    Una maravilla leer tu paso por Santa Cruz, ciudad en la que no coincidimos en tiempo, pero sí en experiencias. Una pena no habernos encontrado, gracias por recordarme Bolivia.

    Un beso.
    Marta

     

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