El fin de semana promete. Recién llegado de Marruecos me marcho a Cifuentes. Un pueblo precioso, de la provincia de Guadalajara. En el viaje he de pasar por Cuenca y, como siempre, el camino desde Cuenca hasta Cifuentes, me parece precioso. En ésta época más.

El pueblo es un pueblo señorial. Se le nota en el porte de sus casas y sus calles.
El Maratón se realiza en una Iglesia desacralizada (qué buena idea). Esta organizado básicamente desde el Instituto. Toni es un motor y un encanto. hablamos de todo un poco y de nexos comunes, como Samuel Alonso y Silvia, (que ya andarán por aquí).

El Maratón fue muy dinámico. Desde personas pequeñinas a mayores. Títeres, cuentos tradicionales, del mundo, creados... Un lujo. Llovía, y la vuelta hacia Guadalajara se puso muy bonita.

Esta noche me quedo en casa de Pep. Dormir en casa de Pep es crecer. Hablar con él, escuchar a su mujer, reír y pensar... Y así me alcanza el sueño.

El viernes cuento en Sacedón. Para cuando voy, ya he estado con Cristina Verbena y Paula Carballeira. Qué ganas tenía de ver a Paula.

En Sacedón el maratón es más pequeñito pero muy gracioso. Disfruté de un montón de historias contadas por niños y niñas de todas las edades, y abuelas y maestras y madres. El pueblo está muy cambiado de cuando yo venía de chiquitín a bañarme en su pantano.

Vuelvo a Guadalajara y venga de abrazarse, y de reír, y de beber, y de escuchar cuentos, y venga de disfrutar y de cenar y de hablar y de escuchar. Así hasta el domingo.

Me voy para Salamanca, pero de camino me paso por Gijón que hacía tiempo tenía que dar un par de abrazos por allí.

Cuando llego a Salamanca llevo el alma grande por el fin de semana tan intenso.

Más fotos de Guadalara.

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