TODO PARACUELLOS


En estos días de vinos y familia, he ido buscando huecos para leerme una obra del cómic: Paracuellos, de Carlos Giménez. Realmente tampoco ha sido un gran esfuerzo. Ha sido uno de esos libros que hacen fácil encontrar los huecos pues andas "enganchado" y deseas sentarte en cualquier momento para seguir leyendo.

Ya había caído en mis manos, hace mucho tiempo, Paracuellos 1. Era en color. En este caso no. Es una recopilación de todas las historias de Paracuellos de este genial dibujante de cómic en un mismo tomo. Sí, cómic. No soy muy asiduo a este tipo de libro. A veces me resulta incómodo seguir la historia, o me satura, o me parece lento, o violento, o surrealista en exceso. Este no es el caso. Adentrarse en la lectura y disfrute de Paracuellos es quedarse con ganas de más.

Paracuellos nos narra la vida de varios chavales, niños, que viven en un Hogar de Auxilio Social, de los existentes en la España franquista de la posguerra, con la doctrina falangista y católica más dura y despótica aplicada sobre niños desamparados según el estado de ánimo o ventolera que le rota a cada adulto en cada momento.

Paracuellos es un conjunto de recuerdos autobiográfico, llevados al cómic de la mano de Carlos Giménez (con G suena mejor, dice en una de sus tiras). A través de 56 historias, si mal no he contado, la risa, el llanto desgarrado, la amistad, la injustica, el abuso, la soledad, el sexo, la añoranza, el hambre, la necesidad, el reto, el ingenio, el humor, la frustración, el respeto, la religión, Dios, falange, Franco, los rojos, los perdedores, la rabia, los pactos, la pobreza, los juegos de niños, los sueños de niños, los miedos de niños.


Una obra dividida, por suerte, en capítulos, en la que las amistades de los niños, con sus sueños, miedos y límites, se van entrelazando y van generando un implicación emocional con "el hormiga", con "Cagapoco", con Pablito y su sueño de hacerse dibujante de cómics, con Peribáñez y su ilusión de hacerse escritor, para ello tenía permiso exclusivo para leer libros (los libros son malos para los niños)...

Retrato de una infancia no tan especial como uno desearía. Una infancia que enternece, violenta, rompe, evoca, enamora, choca, emociona, provoca la carcajada... Unas historias para leer despacio y compartir.

Las tres últimas viñetas del libro, dejan un silencio en la persona que lee, como pocos libros provocan.

Un placer de lectura en blanco y negro. Un placer de lectura en cómic donde los rostros de los niños toman un primer plano. un placer de lectura que, espero, os guste.

Una ventaja... el precio: 17,90 €. No puedo acabar sin agradecer al autor este legado. Gracias Carlos Giménez.

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