FALARIS
(Del latín phalaris y este del griego).
1.- f. focha

¿Y qué es una focha?
Pues un ave gruiforme (emparentada con las grullas), nadadora de hasta tres centímetros de largo, plumaje negro con reflejos grises, pico y frente blancos, alas anchas, cola corta y redondeada y pies de color verdoso amarillento, con dedos largos y lobulados, que es más grande la definición que el ave en sí ¿no?.
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FALARIS. -Félix Albo

Me bajé una aplicación gratuita para el portátil. Un despertador totalmente personalizable. Podías ponerle el marco de ébano, o caoba, o metalizado, si te apetecía. El color de los números también, y la fuente, el tamaño. Incluso si querías ver el despertador analógico o digital. 

La ventaja principal radicaba en que podáis elegir con qué queráis despertarte, y tenía un amplia gama de melodías desde algo clásico a rockpunk pasando por lo tecno, lo pop, lo folk o lo new age. Entre la música, me gustó especialmente un solo de guitarra. Te dejaba, claro, elegir alguna de tus canciones del portátil y despertarte con la que más te gustara para ello, con un simple clic.
También podías seleccionar distintos ambientes: ruidos de una ciudad, de una granja, del mar, de una carrera automovilística, un estadio de fútbol o un bosque.

Como última opción te ofrecía el típico pi pi pi pí electrónico o el rrriiiiiiiinnnnggg muy bien imitado de un despertador de dos campanas, de los de toda la vida.

El sonido que elegías comenzaba a sonar suavemente a la hora que le marcabas y poco a poco iba subiendo su intensidad hasta que resultaba algo molesto. Y cuando lo apagabas, si no escribías el nombre del programa sin errores, solo se silenciaba momentáneamente porque a los tres minutos volvía a sonar. Una aplicación funcional, efectiva y gratuita, solo que en inglés..

La primera noche activé la función random y así sería el mismo programa el encargado de elegir con qué me despertaría, de entre todas las opciones, a la mañana siguiente.

Recuerdo que me desperté una hora antes de lo previsto, quizá por los nervios pues tenía una reunión importante. Miré el portátil y la aplicación parecía estar vigilante y preparada para su función, así que me dispuse a dormitar. Al rato, un pajarillo entró en la habitación y comenzó un suave trino. Suave y atractivo porque al momento otro pajarillo entró por la ventana y otro, y tres más, que se fueron colocando nerviosos sobre la tele, la lámpara, la mesa de trabajo... Se iban uniendo al canto jilgueros, avutardas, falaris... todas aves pequeñas, con un trino armonioso y vivaz que sorprendentemente acompasaban como celebrando la llegada de más compañeros que entraban por la ventana de la habitación para celebrar esa alegoría de la primavera. 

Yo estaba totalmente sorprendido pues parecían o no verme, o por lo menos, no temerme. Y contemplaba con la boca abierta disfrutando de ese gran regalo pues nunca hubiera imaginado recibir algo semejante en la habitación de un hotel.

Cuando el trino de los pájaros se hizo insoportable por el volumen, me desperté. Casi llego tarde a la importante cita, pero la sonrisa de aquella mañana, me duró y me vuelve cuando la aplicación decide despertarme con esa bella combinación que denomina "forest".
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La primavera ha llegado, se ha instaurado, nos invade y eso hay que celebrarlo. No te pierdas la noche del martes, o la de miércoles, al luna llena, todo un regalo, gratuito e intenso.

Mirar la noche, escuchar su voz, perderse en ella y disfrutar de cómo la vida va despertando el día es un privilegio que implica estar en calma (que es otro).

Feliz semana. 

Abrazos a capazos.

Félix Albo. 

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