Crevillente - Valencia, 204. Kms en este año 204 + 2669 = 2873

Arranco este programa en un IES que nunca ha participado. El IES Jordi de Sant Jordi. Allí llego para trabajar y crear un espacio de reflexión sobre lo que significa ser diferente, con el alumnado de T.A.S.O.C, T.I.S. y T.A.S.S, que bajo estas siglas se esconden los ciclos superiores de Animación sociocultural, Integración social y Atención sociosanitaria. Éramos más de 40, así que primero presentamos un poco el programa de "La llegada" y pasamos a la acción. Dos grupos y yo en medio. A partir de ahí la gente pasaba a un lado o al otro según se atuvieran a mis propuestas. Las personas nacidas en Valencia capital, en la provincia, más altos que, con el pelo más oscuro que, que viven en una casa en propiedad, que les gustaría haber nacido en otro país, que disfruten con la lectura, que hayan nacido antes o después del 80, que hayan elegido el lugar de nacimiento, las chicas a un lado, las personas que hayan elegido el día de su nacimiento a éste, las que hayan elegido el sexo al otro, a quien le gustaría ser de otra manera, que hablen valenciano, que lo entiendan... Y las personicas iban de un lado para otro, unas, otras apenas se movían. A veces quedaban grupos igualados, en ocasiones con todas a un lado, en otras dejaban a una, dos, tres, siete...

Después la reflexión. Una que a mí me ronda desde hace mucho tiempo y que cada día la entiendo menos. Lo que menos elegimos es lo que más nos condiciona: el sexo, la nacionalidad y la edad nos facilita o nos limita nuestras posibilidades. Hablamos sobre todo esto un poco, tratando de darle un poco de forma a "eso" de la diferencia. Pero nos damos cuenta de que hay tantas clases de diferencias: diferencias físicas, sociales, económicas, culturales, religiosas... Diferencias de trato hacia gente que viene de países desarrollados y a la que viene de esos que llamamos en vías de desarrollo (eufemismo que sustituye a subdesarrollados porque quizá ésta última palabra nos hacía sentir mal socialmente). Una frase que me gustó: Los países pobres son pobres porque los países ricos les robamos. El día que dejemos de hacerlo saldrán de su pobreza. Una reflexión a tener en cuenta, desde luego.

Volveré en marzo, pero con los grupos de la mañana. Ya os cuento para entonces, pero la verdad es que me lo he pasado bien. Acabamos hablando de libros, claro.

P.D.: No hay foto porque soy un desastre

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