Como sabes, paralelamente a este blog, mantengo junto a Soledad Felloza, otro en el que cada semana comentamos un álbum ilustrado.

La semana pasada, dado un parón involuntario, decidimos comentar un libro cada día. Lo cumplimos.

Las venturas de Tom Sawyer, Lo que el lobo le contó a la luna, Un gran sueño, Snowhite, La palabra que se fue de vacaciones y Selma fueron los títulos elegidos.

La intención era recuperar el tiempo perdido y sugerir títulos de lectura, ahora que vienen épocas de tiempo y de compras.

La semana que viene tendremos otra semanilla del libro en la Biblioteca.... si te apetece...   

Abrazos.

Con esta perita que parece asturiana, acabamos el mes de noviembre.

Buscaré hoy tiempo en la tarde para acabar mi mes en el blog y finalizar con estas dos semanas de "retraso" que llevo y hablaré de lo que queda de Ciudad Real, de Xixón, de Almería, de... diciembre... ays, que me pilló bien pillado el toro. A ver si diciembre lo empezamos bien.

Pero mientras, aquí os dejo con gazapina, que visto lo visto, en muchos municipios lamentable es sinónimo de "clase política".

Feliz semana.


gazapina.


(De gazapo, hombre astuto).



1. f. coloq. Junta de truhanes y maleantes.


2. f. coloq. Pendencia, alboroto.


perita: Oblongo

Hay palabras que enamoran. La de esta semana, para mí es una de esas y ha sido elegida por dos razones.

La primera su sonoridad. Al pronunciarla, a uno se le cierra la boca y se le abren los ojos. Cada una de sus sílabas resuenan acentuadas y firmes como un tambor en la selva nocturna.

Un tambor en la selva nocturna. La segunda es precisamente esa: su dimensión. Esta palabra es de esas que te transporta a otro lugar. Una palabra que parece que en ella encierre, al margen de su significado pactado, todo un universo inmenso de, en este caso, selvas, cuentos, noches, fuegos de palabra, tigres, tucanes y agua, mucha agua.


oblongo, ga.


(Del lat. oblongus).



1. adj. Más largo que ancho.


Feliz semana.


LO QUE QUEDA DE NOVIEMBRE

Que no es poco, claro. 
Ayer llegaba a casa desde Santa Cruz de Mudela, en Ciudad Real y hoy mismo comienzo un curso en Gijón. Es un "minitaller" que acabará mañana. ¿Te apetece?

Después de haber estado esta semana por la provincia de Ciudad Real, y en este mes en las provincias de Madrid, Alicante y Toledo, mira lo que queda.

20 vie. GIJóN, ast.
TALLER de Iniciación a la narración. Duración 12 h. viernes de 16.00 a 20.00 y sábado de 10.00 a 14.00 y de 16.00 a 14.00 Precio 35 €. Más información o suscripciones (aún estás a tiempo) 985322150

20 vie. GIJóN, ast
LAS CUATRO ESQUINAS, a las 22.30 h. en el Centro Municipal La Arena. después de un año de ausencia en esta ciudad bella y norteña, regreso con esta sesión emocionante.

23 lun. ALMERíA, alm.
Sesiones del Salón del Libro de Almería, organizado por ALIN. Por sexto año consecutivo, participo gustosamente de este importante evento. Para chavales de 1º, 2º, 4º y 5º de primaria.

24 mar. ALMERíA, alm.
Sesiones del Salón del Libro de Almería, organizado por ALIN. Por sexto año consecutivo, participo gustosamente de este importante evento. Para chavales de 1º, 2º, 4º y 5º de primaria.

25 mie. ALMERíA, alm.
Sesiones del Salón del Libro de Almería, organizado por ALIN. Por sexto año consecutivo, participo gustosamente de este importante evento. Para chavales de 1º, 2º, 4º y 5º de primaria.

26 jue. MULA, mur.
Sesiones con el alumnado del IES Ribera de los Molinos. Por cuarto año consecutivo, me llaman desde el IES y yo contento, voy.

Y de momento nada más. En diciembre andaré por Albacete, Cuenca, Alicante, Zaragoza ... Nos vemos si quieres. Y como siempre, más información aquí en el blog o en la web.

Salud y disfrute

Félix Albo

P.D.: Si quieres recibir esta información en tu mail, manda uno a felix.albo@gmail.com

CONTAR EN DAIMIEL

A Daimiel ya vine en abril de este año, con primaria. Y lo pasamos bien. Esta vez vengo a contar para adultos. Me recibe, casi sin esperarlo, David Luís, un chico majísimo que trabaja con Analía, majísima también, debe ser la tierra que da esta "majura", y ambos trabajan con Josefina que es la directora. Los tres, están en la foto de abajo del todo, después de haber terminado el trabajo.

Por la mañana me espera un grupo bastante numeroso de adultos y jóvenes pertenecientes a grupos, asociaciones y centro como Proyecto Hombre, PRIS, Centro de educación para adultos, centro de rehabilitación psicosocial...

Conté Nudo. Y lo pasamos bien porque al acabar, varios me llamaron monstruo. Eres un monstruo, eres un crack, fenomenal, se iban diciendo, y otros aún se iban riendo de algún trozo de alguno de los cuentos.

Por la tarde tengo el gusto de comentar Yayerías con el Club de Lectura de esta población. Vienen unas veintidós personas (que no están todas en la foto) y echamos una hora y un poquito para hablar de muchas de las historias del libro. Les ha gustado, les ha sorprendido. Ternura, muerte, amor, vida, imaginación, sencillez, imaginación, realidad... Son palabras que van surgiendo en la conversación. A veces hay preguntas directas... ¿esto es verdad o te lo has imaginado?, y otras van menos directas pero el libro ha despertado curiosidades. Me cuentan que aquí los jornaleros se ausentaban de casa quince días para trabajar el campo. (Creo que lo llamaban las quintillas) y allí se contaban historias, a veces, terroríficas, alrededor de un fuego. Hablamos de cómo ha cambiado todo y lo rápido que lo ha hecho.


Hablar del libro con un grupo así es altamente enriquecedor por conocer y mirar las historias desde un punto de vista diferente, desconocido y, en ocasiones inimaginable. Eso hace crecer el universo de cada historia, la ensancha, la engrandece, la hace más historia. De las que más gustaron: la primera, la de los pies en remojo, y la de Mirada de amor, o la última, La casa del mal aliento. Un lujo.

Por la tarde, asisto de "colado" a un taller de narración oral en la Biblioteca de Ciudad Real y de allí y con Carmela, una amiga de hace ¡uy! cuántos años, de cervecitas hasta la hora de dormir, que no llega muy tarde.

Otro día que suma. Duermo en un hotelito en Ciudad Real. Un hotelito de esos como... ¿lujurioso?

En el periódico digital de Daimiel, ayer publicaron esto.

Villarta no queda lejos de Manzanares. Además a esta zona la han atravesado con un par de autovías que agilizan mucho la comunicación entre los municipios. Llego el martes, 17.

Aquí me espera Misi. Y digo me espera, porque mientras yo llego algo antes de lo necesario para ser puntual, ella hace lo mismo pero en el lugar donde habíamos quedado, que no era en la Biblioteca, sino en el ayuntamiento.

Tomamos un café rápido (en mi caso un colacao) y nos vamos a recibir a los chavales y chavalas que ya van llegando estrepitosamente. Quinto, sexto y primero de ESO forman un grupo algo numeroso y revuelto pero que enganchan desde el principio con Historias Horripeliznantes. La verdad es que esta sesión, cada día me gusta más. Me lo paso muy bien contando cuentos de miedo que no lo dan pero algún susto sí que llevan, pero sobre todo llevan humor y situaciones insólitas.

Queda contento el alumnado, las profesoras, la bibliotecaria y yo. ¿Qué más se puede pedir?

Sonriente, marcho a Daimiel, que ya me esperan.


Manzanares me recibe con una espectacular Biblioteca y un montón de personal trabajando en ella. El lunes pasado, 16, me vine al amanecer a estas tierras de Ciudad Real cruzando las repletas y perezosas Lagunas de Ruidera.

Aquí, comienzo una ruta por seis municipios de esta comarca donde contaré para adultos, jóvenes, alumnado de secundaria y también de primaria. Entre las bibliotecarias de los seis municipios y mi madrina Lucía, han organizado como cada año, unas jornadas de animación a la lectura donde han juntado a Kiko Da Silva, Pablo Albo, Rodorín y un gustoso servidor.

En mi caso, y en este mi primer día, realizo dos sesiones, para secundaria. La primera para alumnado de cuarto de ESO y chavales de otro centro de más edad y la segunda para segundo y tercero de ESO.

Un lujo. Nudo funciona, engancha. Los chavales y chavalas vienen con ganas, y eso siempre ayuda.

Sus risas andan entre lo incrédulo y lo sorprendido, pero sobre todo lo divertido, a veces crudo y a veces bárbaro. Tanto que también tienen cabida silencios abrumadores. Buen público este de Manzanares.

Después, de mano de Paqui su agradable bibliotecaria y directora, conozco la Biblioteca por dentro, y me llevo un montón de guías de lectura, una de cada año de campaña de animación, cada una dedicada a un tema: el árbol, el agua, la paz... No te preocupes. Ya las comentaré.

Como y duermo en esta población, linda para pasear y, en el alojamiento que me hospedo (Antigua casa de la bodega (55 € noche), mi habitación da a un pequeño patio con árboles ideal para leer.
Plácido día que suma para mejorar la vida.

Contar en LAS MATAS

Las Matas es un lugar ya, por suerte, conocido. Aquí he venido varias veces, no sé si tantas como a Las Rozas, pero tarí marí.



Para mí es una alegría venir por estas tierras porque así veo a Carmen y Alicia que son caras de ver y, o es así, o no hay manera. Y la asiduidad y la majura hace que también me alegre de ver a Natalia, Marta y Marina en esta ocasión, o a Ruth y Estrella (seguro que me dejo a varias) en otras.


El viernes 13 pasado,  me acerqué hasta esa población y las segundas vinieron a la sesión infantil. Ellas y un montón de personas más. Padres, madres, tutoræs legales... y niñ*s, de diversas edades, pero principalmente de las tempranas.



Cuentos de maleta está preparada y llena con nuevos cuentos.


Se abre y sale el primero y el segundo y el tercero y el cuarto y acabamos con la abuela que me pide una madre 


-¿Tú eres el de la abuela de la tortuga y la guardia civil?
- Pues sí, abuela tengo, tortuga también y con la guardia civil mantengo una relación estrecha
- ¡Ay! qué gracioso. ¿Lo vas a contar?


No pudieron salir todos los cuentos que traje, ni conté todos los que tenía pensado. Por tiempo y por la excitación que poseían algun*s escuchantes pero ahí estuvimos, disfrutando. 



Después, como es usual en esta biblioteca, las personas pequeñas, las últimas auspiciadas por las adultas, incluso alguna un poco empujada, vienen a darme las gracias y, si no les da cosa, un beso.


La biblioteca se vacía de gente conforme se va llenando de silencio. Es una biblioteca chula, atractiva y muy bien atendida.


En una hora comienza la de adultos. Las Cuatro Esquinas


Una hora y cuarenta minutos llenan de risas y silencios tensos, una sala coqueta y recoleta a la vez. 
Una hora y cuarenta minutos dan para pasear la mirada por los ojos de las personas que pasean su mirada por las historias que forman en el aire cada una las palabras que voy contando. 
Una hora y cuarenta que finaliza con un gran aplauso y felicitaciones también, de personas que ya me habían visto, otras que vienen de poblaciones cercanas y alguna que venía por primera vez y ha quedado gratamente sorprendida.



Mayor es mi gozo. Faltando siete minutos de la sesión, llegando para el último cuento, apareció Magda, de Palique. Con ella tengo conversaciones pendientes, pero las que hemos mantenido han sido siempre fructíferas e interesantes a la par de divertidas y agradables. En este día compartimos la conversación con Carmen, Alicia y Marina, con quien a parte de palabras compartimos también unos montaditos, unos mejillones y una cerveza.


El viaje de regreso me regala una noche preciosa cuya negrura entra por algún resquicio del coche y lo inunda de noche y de sueño. Tengo que parar. El sueño desaparece cuando salgo del coche y miro hacia el techo negro y agujereado que se abalanza sobre mí. Un lujo. Un regalo contemplar en vivo a Orión, a su Tauro esquivo, al Can, a... Insisto y duermo. 


Después de un día así, a mi ser no le queda más remedio que seguir regalándome sueños bonitos.

Contar en CASTALLA



Castalla es un municipio de la montaña alicantina. Está rodeado de un paisaje hermoso y arbolado, aunque cierto es que lo han dejado encajado entre la montaña y el enlace de dos autovías distintas que recorren el interior provincial. Con un castillo imponente, un campanario bicolor, un gazpacho de relamerse y con unos servicios sociales que cumplen 25 años, me sobran razones para acudir la mañana del jueves pasado, 12 de noviembre, hasta aquí.

Me esperan el equipo social y cahavales y chavalas de sexto de primaria de distintos centros educativos. 


Cuento "Cuentos con idea", una selección de historias vinculadas a álbumes ilustrados donde detrás de cada una de ellas podemos encontrar largos ratos de conversación, trabajo y/o reflexión sobre temas como la coeducación, los prejuicios, la diferencia explícita y la diversidad. Los dos grupos acogieron y disfrutaron con gusto las dos sesiones de historias que habíamos preparado para celebrar que en este municipio, existe desde el ayuntamiento, todo un equipo de profesionales preocupados por el bienestar de sus habitantes.

Programar varias sesiones de cuentos para una celebración así, me parece genial para el municipio y bueno para mi oficio. Con suerte, volveré pronto por estos lares.¡Salud!




PERITA: CLEUASMO

Me faltan dos entradas para ponerme al día en el blog. En este fin de semana le he pegado un "envión" hasta casi alcanzar la actualidad, pero la actualidad es así, cuando menos te lo esperas ya es pasado y queda atrás. Así que mientras recorro una zona de la provincia de Ciudad Real en esta semana, trataré de actualizarme y no despendolarme en el tiempo.


Si curiosa es la palabra de esta semana, espérate a leer la definición.

cleuasmo.


(Del lat. chleuasmos, y este del gr. χλευασμός, sarcasmo).



1. m. Ret. Figura que se emplea cuando quien habla atribuye a otro sus buenas acciones o cualidades, o cuando se atribuye a sí mismo las malas de otro.

No me digas que no pero curiosa es, para leerla un par de veces antes de tratar de hacerse una idea de cómo y cuándo poder utilizar esta perita.

Hoy hay luna nueva, que es como decir que hoy no hay luna u hoy hay luna negra

Feliz semana. 


Soy un desastre. Por eso la foto sale tan mal y no se aprecia lo majo que fue el público de Monóvar. Conté Las Cuatro Esquinas, celebrando esta variedad emocional que te permite la palabra dicha a un público que está con ganas, que llena la sala hasta más allá del completo, que empiezan a venir desde media hora antes a ocupar sitios para sus traseros y los traseros de su gente.


Un público que no pudo venir a la primera sesión y que esta no se la quería perder, público que vino a la primera y esta no se la quería perder, público del instituto que tampoco se lo querían perder, personas del curso, personas de Elche, de Elda, de Monforte... Un lujo de público tan entregado que, con sus aplausos, risas y silencios, alargó esta sesión hasta las dos horas rasas pero creo que bien disfrutadas.


Me puse nervioso para las fotos, ya lo ves, pero así salen las dos mitades de público que no podría elegir entre unos y otros.


Monóvar queda cerca. Ya lo creo. 









A
Aprovechando que he estado yendo a Monóvar, me acerqué a contar al Instituto. Esta vez conté a los mayores del centro y me encantó encontrarme ante chavales y chavalas, rápidos con el lenguaje irónico (más las chicas que los chicos pero esto pasa vayas donde vayas (y a cualquier edad a partir de los 8 años)). Público que en ningún momento dudó de que allí nos lo íbamos a pasar bien y desde el primer momento estaban entregados y entregadas al disfrute que producen las historias bien sintonizadas. Un lujo. Además, es de agradecer, la atención recibida por el personal del centro y Alicia, claro, la bibliotecaria que, corriendo corriendo, ha estado pendiente durante el desarrollo de todas las actividades.


Aprovechando también mi estancia en esta localidad ,quedamos a comer el grupo del primer curso. La foto muestra que no pudimos ir todas, pero lo pasamos bien el ratito que compartimos hablando de todo un poco: libros, personas y vida.


En fin, todo un placer este municipio que no me pilla nada lejos de casa y en el producen un vino exquisito. Todo son centros de interés, oye.





El pasado miércoles finalicé un curso Contar en Casa que he compartido en Monóvar a lo largo de algunos días de estas tres últimas semanas.


Es el segundo que doy en este año. El primero lo tuve en marzo y en octubre, éste. Los grupos eran totalmente distintos, el primero muy numeroso y con un padre, el segundo con un alto porcentaje de personal decente y ni un solo hombre.


Al ser los grupos distintos, aunque el curso sea el mismo y posea la misma estructura inicial, siempre sale distinto. Pero ambos tienen una cosa en común: los he disfrutado.


A pesar de inundar la mesa de álbumes durante los tres primeros días, a pesar de decir mil y una vez, este es el último que os enseño, pero después de "ese" no poder evitar sacar otro, a pesar de que el grupo a veces tomaba gustosamente las riendas, a pesar de que los ejercicios de la "a" o la "i" o la "u" nos provocaban risas interminables... lo hemos pasado estupendamente, por lo menos yo.


Y es un gusto que después de 16 horas de trabajo, podamos sentarnos a disfrutar de los cuentos que hemos estado preparando a lo largo del curso. 


CONTAR EN CASA es un curso que trata de estimular precisamente la actividad que reseña el título, pretende acercar al adulto al álbum ilustrado, reseñar lo importante de comunicar en el ámbito social, pero sobre todo en el familiar, el rito, el vínculo, los criterios de selección, la calidad literaria, la calidad gráfica, la conjunción de ambas... Un curso en el que cada día alguien te cuenta alguna experiencia de lo que hizo ayer o el fin de semana con el cuento que está preparando, con otro que le ha venido a la cabeza, o con el que jugamos en el taller. Un curso que cada día disfruto más y, en este caso, por ello he de dar gracias al grupo.


Un lujo.

Contar en Simat.


Contescoltes es una prueba de que si se quiere se puede.


Este año ha celebrado su segunda edición el día 30 del pasado octubre, mucho más ambiciosa que la primera. 


Contescoltes es, por un lado una muestra del trabajo de personas que trabajamos con la palabra, y por el otro, un punto de encuentro de bibliotecari*s, programadoræs, técnic*s y estudiantes de ciclos superiores relacionados con la materia. 


Contescoltes es también un espacio dedicado a las historias contadas para ser escuchadas.

Este año éramos más que el año pasado. Más en todo. De entrada, este año se ha podido ver el trabajo de 18 personas distintas, entre ellas Carles Cano, anselmo Herrero, Dani Miquel, el Gran Jordiet, Josep Enriq Grau...


Presentar tu trabajo en veinte minutos es realmente complicado, porque resulta poco tiempo para llegar a sintonizar claramente con el público. Realmente, tan importante en las sesiones como la historia, es la relación establecida entre la persona que cuenta, el artista, y el público. De hecho, si esa relación no se da, la sesión no podrá salir bien por muy buenas que sean las historias. 



Pero veinte minutos dieron para conectar con un público despierto, receptivo y con ganas, incluso por la tarde... Las fotos son testigo de lo numeroso de los grupos, por suerte, formados por gente maja que facilitaba mucho todo.


El público, y la organización formada por los capitanes que gobiernan distintas bibliotecas de la Comunidad Valenciana. Bibliotecarias y bibliotecario a quienes les mueven las ganas y el convencimiento de su trabajo. Creen y por eso este año han conseguido poner de acuerdo a 8 ayuntamientos para llevar a delante esta iniciativa.


No faltó de nada. La organización en la puerta, en las dos salas, por el monasterio, en el almuerzo, en la comida...



Eso es lo que hace falta. Gente maja. Con ganas. Que crean en lo que hacen y en un trabajo bien hecho. En la foto hay dos de ellas. Pero las gracias van a todas.


Besos.



Desde hace ya varios años, en casa, celebramos un día de Trueque. Esta era su séptima edición. Fue el domingo 25 y nos hizo un día estupendo.


Aquí nos juntamos por la mañana un buen grupo de personas (algo menos de 200 este año) dispuestas, sobre todo, a pasar un buen día.


Y nos lo hizo, de entrada, con el tiempo. La gente comenzó a llegar sobre las 10.30 los primeros y las 12.00 el grueso. 


En el trueque se almuerza de todo lo que la gente trae, así que preparamos nuestros puestos, almorzamos y jugamos al cara cruz cola que es el momento que recoge la foto.



Después comienza el trueque. La dinámica es sencilla, me gusta algo de tu puesto, te busco, te  digo qué me interesa y te traigo a mi puesto para ver si hay algo que te gusta y llegamos a un acuerdo. Sencillo y divertido, porque uno, a veces, se pone a argumentar con la intención de ajustar el valor de un objeto. Y ¡TRUEQUE!. Cosas por cosas. Incluso se puede dar el caso de que no te guste nada de mi puesto, pero le has echado el ojo a un objeto de un puesto X. Si realmente me interesa lo que tú tienes, buscaré a la persona del puesto X y la traeré a mi puesto con la misma intención para que él se lleve mi objeto, tú el de él y yo el tan deseado tuyo. Y ¡TRUEQUE!



Los niños se lo pasan en grande y llevan un trajín cosas para arriba, cosas para abajo, en grupetes, de aquí para alla...


Después comemos, de lo que hemos puesto en común todos y, sin prisa alguna, se comienza a recoger mientras aún se cambia alguna cosa.


Y más tarde las despedidas, con personas que quizá no volvamos a ver hasta el año que viene en el siguiente trueque.


Queda un ocaso tranquila y, por qué no, feliz. Este año tuvimos invitados de honor: Álvaro y M José, una pareja de Majaelrayo que vinieron a no perderse el trueque de este año. Una pareja maja de personas más que eso. Un placer también doble.


Ellos hicieron crónica del trueque en su blog. El año que viene más.

Murcia queda cerquita de mi casa. A 40 kilómetros, hacia el sur. El 23 de octubre, fui contento por cuarto año consecutivo a celebrar la Feria del Libro de esta ciudad. Esta vez contaba en un local mítico llamado La puerta falsa


Murcia es una ciudad de bullicio, de jarana, de jaleo alegre. Llegué a la Feria, donde me esperaba alegre y atento Ángel y de allí, paseando entre esa vida manifiesta en las calles, hasta el local. Allí había una jauría de preadolescentes que me asustó de entrada, aunque más me asusté cuando trece minutos después evacuaran en bloque el local. 



Por suerte y poco a poco, aunque menos poco a poco cuanto más cerca estábamos de la hora de comienzo, fue viniendo gente y al final nos juntamos más de 60 para disfrutar de Las Cuatro Esquinas. Entre el público gente conocida, como Antonio, a quien conocí en una lista de discusión hace ya muchos años, o una pareja de alumnos del IES de Cieza , donde estuve contando ahora hace un mes... 


Las Cuatro Esquinas fueron contadas durante esos 105 minutos que está durando. Tres historias, cuanto menos, intensas. El público, sorprendido de entrada en su mayoría, estuvo por la labor de buscar una sintonía común, y nos entendimos enseguida. Un placer contar con comodidad.


Sobre el piano había un escenario. A esta sesión le hubiera venido muy bien  para finalizar y justo después de mi última palabra, una melodía pausada e íntima, de esas que acompañan a los protagonistas buenos de las películas buenas, en la derrota de un día lluvioso.


Murcia. Tienes que venir.


En este año eché de menos mi cervecica con Clara, organizadora de la Feria y amiga desde hace ya, ¡mare!. Pero queda pendiente y pronto nos la tomamos.

Contar en ELCHE

Octubre es un bar chiquitín, me dijo Mariano cuando me llamó para invitarme a contar allí. Bueno -pensé yo- no creo que haya problema. Más íntimo.

El sábado 24 era especial porque venían Álvaro y MªJosé de Majaelrayo (Guadalajara) a pasar el fin de semana a casa. Además, como Elche pilla al lado de casa, venía gente de cerca (física y emocionalmente). Conté Las cuatro esquinas.

Llegamos antes. Mucho antes para ver si podíamos cenar y así pillar sitio. Pero ya estaba lleno. Cenamos encantados y charlando en la barra donde personas y platos, llenos y vacíos, iban y venían, del baño las primeras, de la cocina los segundos. Aquí también hubo encuentro de personas y abrazos y charlas... Otro encuentro. A que me ilegalizan las sesiones...

En fin. Un cuarto de hora antes de la hora programada ¡ya había gente en la calle! porque dentro no cabían. Empezamos más tarde porque, como las piezas de un tetris, se fueron colocando las sillas y mesas para dejarme un espacio donde poder mover alegremente las cejas y un poquito las manos. Gente a mi derecha, delante, más cerca que los de delante, detrás de la barra, sentada en la barra, detrás de una columna, no los veo pero los siento, gente detrás de los de detrás, a mi izquierda y ¡al otro lado del gran ventanal! pero no son pocas (en la foto, si uno se fija, se aprecian).


¿Se oye? -les digo.
 No -me contestan con señas.
Y si no se oye ¿cómo sabe qué  les he preguntado? -me cuestiono en voz alta.

Las cuatro esquinas arranca ante un público cómodo para contar, expectante y denso. Parece que llega un momento en el que todos respiramos a la vez, y eso en un sitio tan pequeño como Octubre, puede vencer los tabiques por el efecto vacío.

Las tres historias se llevan más de 90 minutos compartidos en el que a veces se ha dejado ver riendo el puro delirio y en varios momentos, nos hemos asomado todos al borde de un abismo. Todos juntos. Esta sesión respira.

Cuando la sesión acaba, fuera se ha ido mucha gente, pero quedan más de quince. Dentro, tras la algarabía de aplausos y luces, las personas se van levantando y se llevan sus palabras de despedida, sus risas aún al verme, sus rostros alegres y vamos quedando menos.

Me despido de los dueños majos hasta el sentir y uno se va diciendo que sí, que es pequeño, pero intenso, tanto que dentro se hace más grande. De hecho, nunca me explicaré cómo éramos tantos ahí dentro. Un placer enorme, como el local cuando está lleno y se están contando cuentos.


La tetería de Petrer es un lugar dispuesto para la palabra. Esta es mi tercera vez. Jueves, 22 de octubre. Conté Las cuatro esquinas ante un público que mayoritariamente me conocía de otras sesiones y lugares.

Contar en lugares así, da la oportunidad de disfrutar del proceso por el que de manera espontánea, azarosa y placentera, el precio de la sesión de cuentos se convierte en un punto de encuentro. Las personas van llegando desde bien pronto para ocupar las mejores mesitas y van recibiendo a los que van llegando y se va encontrando. Nos vamos encontrando. Personas que hace mucho que no nos vemos, personas que nos vimos en otro lugar, personas que conocen a personas que nos conocen, personas que se acaban de conocer porque no quedaba otro sitio libre, personas con las que comparto el oficio, con las que he compartido algún curso, con las que comparto amistad y domingos de comida... Y después del encuentro, el público se sienta y se dispone a escuchar.

El público de la tetería es un público profesional, dispuesto a bailar al ritmo de cada una de las historias. En este caso, en Las cuatro esquinas, fueron tres historias, especiales cada una de ellas y con cambios de ritmo y pasos de baile difíciles en las dos más largas. Y en la tetería de Petrer bailamos. Bailamos pegados, bailamos agarrados por el brazo, sueltos, de tres en tres, sin perder el ritmo y sin mirarnos casi los pies... Fue un disfrute de baile.

Pero, insisto, creo que mucho de este buen estar y aún mejor disponer se ve favorecido por el hecho de que antes se de el encuentro, con sus correspondientes saludos más o menos afectuosos, abrazos, palabras y miradas.

Un lujo, como siempre, este local bien mimado por Luis y tropa.

P.D.: La foto es de Pinticomina 


En Las Rozas, antes de la actuación de esta tarde, encuentro un ratito para actualizar el blog. Poco a poco allá voy. Voy a empezar a hablar de Villamayor de Santiago, Cuenca.

A Villamayor llego en una mañana fría, la del 21 de octubre. ¡Mare!.

La nueva casa de cultura es inmensa y agradable la biblioteca. Allí, más pronto que yo, ha llegado Andrea, bibliotecaria de este municipio cercano a Tarancón, aunque más cerca queda de Saelices, por tanto de Segóbriga.

La biblioteca es amplia y tiene en una zona acristalada la sala infantil. Allí hice mi primera sesión, con los más pequeñitos del cole.


Nos lo pasamos bien. Las maestras también. En la segunda sesión eran más mayores, y por eso nos fuimos al salón de actos; nuevo, con butacas nuevas de esas cómodas y con un muelle que si te pesa poco el culo te levanta. Pues de esas. También lo pasamos bien. Las maestras también.
La tercera sesión fueron los mayores del cole, 5º y 6º y se notó. Venían con más ganas, con más... inquietudes. Y, ¿sabes qué?. Lo pasamos de miedo. Todos. Y todas también.

Después paramos a comer y lo pasamos mejor. A Andrea la conozco desde que íbamos Pablo y yo juntos no, de mucho antes. Y no solo la he visto aquí, sino que los libros y los cuentos nos van cruzando aquí y allá. Creo que es mi tercera vez o cuarta en Villamayor. Más son en Barajas de Melo, un pueblo que ni queda lejos ni cerca de éste, pero que Sole, su bibliotecaria, lo acerca para despejar dudas y se viene a comer. Un placer.


Por la tarde esperaban las mujeres del club de lectura. Y digo mujeres porque no había hombre alguno. Conté Yayerías. Allá que quedaron las historias que nos lo hicieron pasar fenomenal, para terminar la tarde y el día y regresar a casa contento no, más que contento a casa.

El viaje de vuelta bello, con las noches claras de otoño y pensando que esta es una zona para venir con tiempo e ir parando, pero no es mi caso hoy. No tengo prisa, pero hace un frío de morir.

MURO

Hoy Berlín es sinónimo de muro caído, de "aquí existió un muro". Todas las vidas tienen un muro, lo malo o quizá sea lo bueno, es que, en la mayoría de ocasiones, no se puede elegir en qué parte del muro se está.



muro.


(Del lat. murus).



1. m. Pared o tapia.


2. m. muralla.


En estos días me pongo al corriente, pero empiezo con esta perita. Feliz semana.

. . .