Esta semana en nuestra biblioteca un libro bonico, bonico.
escrito por Agnés de Lestrade
ilustrado por Valeria Docampo
traducido y editado por Sleepyslaps, en el 2010
isbn 978.84.937418.1.5
comentado por Félix Albo
Con este título estrenamos editorial, Sleepyslaps. Gracias por vuestro trabajo.
La gran fábrica de las palabras es un libro de formato grande, y muy bien editado.
Las guardas ya nos sumergen en un ambiente especial, que en mi caso, me acerca a lo onírico, al recuerdo. Este es uno de esos libros en el que ilustración y texto bailan perfectamente agarrados, como un mismo lenguaje, con una misma intención.
Una historia de amor y diferencia. Érase que se era un país donde se habla poco. Un país donde la gente tiene que comprar las palabras que quiere decir. Las paga, se las come y las pronuncia.
Una país que tiene rebajas en enero, pero encuentras palabras que no sirven mucho... Un país en el que hay gente que no puede pagar palabra alguna, así que hurga en los contenedores y encuentra palabras más feas que inútiles: cacas de cabra y huesos de pollo.
Lo paradójico es que este país es el país donde está la gran fábrica de palabras. Qué curioso que en el lugar donde se fabrican las palabras, hablar sea caro y mucha gente no tenga acceso a ellas, ¿no?
Los niños juegan a atrapar palabras con cazamariposas que se escapan de la chimenea de la fábrica, y las comparten, orgullosos, con sus padres por la noche.
¿Que qué puede hacer diego con tres palabras que ha atrapado y que quiere guardar para una persona muy especial de quien está enamorado que se llama Aurea y que mañana es su cumpleaños? ¿Qué puede hacer sobretodo si también está Óscar, un niño rico al que sus padres le compran todas las palabras que quiera y que también quiere a Aurea? ¿Que qué puede hacer Diego si sus palabras son mucho, mucho más pequeñas que los discursos de amor y pretensiones que lanza Óscar? ¿Que cómo responde Aurea que tampoco tiene muchas palabras? ¿Cuánta importancia le damos a las palabras que decimos? ¿Y a las que escuchamos? ¿Y la importancia es por lo que dicen, lo que traen, lo que cantan?
Pues de todo eso va este precioso libro. Con instantes deliciosamente poéticos, estas páginas nos llevan de paseo por la poesía, diferencia, comunicación, recursos, vocabulario, fonética y una historia de amor bella.
Por cierto, las palabras de Diego son cereza, polvo, silla.
Hay una más, con la que se termina el cuento, pero esa... está en el libro.
Por cierto, ¿sabes qué es un filodendro? ¿y dónde tiene la nariz Diego?
Feliz lectura, feliz semana.
P.D.: La semana que viene... ¡Qué bonito es Panamá! de Janosh una joyita.
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