Perita: RAZIA


razia.

(Del fr. razzia, y este del ár. argelino ḡāzyah, algara1).

1. f. Incursión, correría en un país enemigo y sin más objeto que el botín.

2. f. Batida, redada.

A ver si resulta que somos el país enemigo de aquellos que nos gobiernan.
A ver si resulta que somos el país enemigo de quienes elegimos.
A ver si resulta que somos el país enemigo.

A ver si resulta que.
A ver si resulta.

Qué razioso.

Feliz semana.








Perita: PANCISMO

Unos dejan la cuerda larga pero aprietan el collar.
Otros dejan el collar suelto pero la cuerda corta.

A nosotros nos dejan elegir y se nos felicita por hacerlo.

Pero hoy se acabó ya la música. Se replegaron las banderas, las chapas y los bocadillos.
Y mientras algunos (siempre menos) se relamen frotándose las manos, otros (siempre demasiados) recuperamos las riendas de nuestras miserias y esperanzas, soñando mientras hacemos cayo en el cuello de tanto tirar. Porque con sueños la cuerda siempre es corta y el collar siempre prieto.

Hoy, como siempre, también habrá quien ande revisando sus armarios para cambiar la ropa.  Ya se huele a plancha caliente. Ya se oye el clic de la caja de los gemelos. Ya se cambia la agenda con los nuevos teléfonos.


pancismo.

1. m. Tendencia o actitud de quienes acomodan su comportamiento a lo que creen más conveniente y menos arriesgado para su provecho y tranquilidad.



Hoy amaneció llorando. Ya está aquí el invierno. Ya está llamando.

Feliz semana.

Esta semana en nuestra biblioteca un libro bonico, bonico.



escrito por Agnés de Lestrade
ilustrado por Valeria Docampo
traducido y editado por Sleepyslaps, en el 2010

isbn 978.84.937418.1.5

comentado por Félix Albo

Con este título estrenamos editorial, Sleepyslaps. Gracias por vuestro trabajo.

La gran fábrica de las palabras es un libro de formato grande, y muy bien editado.

Las guardas ya nos sumergen en un ambiente especial, que en mi caso, me acerca a lo onírico, al recuerdo. Este es uno de esos libros en el que ilustración y texto bailan perfectamente agarrados, como un mismo lenguaje, con una misma intención.

Una historia de amor y diferencia. Érase que se era un país donde se habla poco. Un país donde la gente tiene que comprar las palabras que quiere decir. Las paga, se las come y las pronuncia.

Una país que tiene rebajas en enero, pero encuentras palabras que no sirven mucho... Un país en el que hay gente que no puede pagar palabra alguna, así que hurga en los contenedores y encuentra palabras más feas que inútiles: cacas de cabra y huesos de pollo.

Lo paradójico es que este país es el país donde está la gran fábrica de palabras. Qué curioso que en el lugar donde se fabrican las palabras, hablar sea caro y mucha gente no tenga acceso a ellas, ¿no?

Los niños juegan a atrapar palabras con cazamariposas que se escapan de la chimenea de la fábrica, y las comparten, orgullosos, con sus padres por la noche.

¿Que qué puede hacer diego con tres palabras que ha atrapado y que quiere guardar para una persona muy especial de quien está enamorado que se llama Aurea y que mañana es su cumpleaños? ¿Qué puede hacer sobretodo si también está Óscar, un niño rico al que sus padres le compran todas las palabras que quiera y que también quiere a Aurea? ¿Que qué puede hacer Diego si sus palabras son mucho, mucho más pequeñas que los discursos de amor y pretensiones que lanza Óscar? ¿Que cómo responde Aurea que tampoco tiene muchas palabras? ¿Cuánta importancia le damos a las palabras que decimos? ¿Y a las que escuchamos? ¿Y la importancia es por lo que dicen, lo que traen, lo que cantan?

Pues de todo eso va este precioso libro. Con instantes deliciosamente poéticos, estas páginas nos llevan de paseo por la poesía, diferencia, comunicación, recursos, vocabulario, fonética y una historia de amor bella.

Por cierto, las palabras de Diego son cereza, polvo, silla.

Hay una más, con la que se termina el cuento, pero esa... está en el libro.

Por cierto, ¿sabes qué es un filodendro? ¿y dónde tiene la nariz Diego?

Feliz lectura, feliz semana. 


P.D.: La semana que viene... ¡Qué bonito es Panamá! de Janosh una joyita.

Para ver otros títulos pásate por el blog bibliotecadeloselefantes




Perita: MESTURERO

¡Y tú más!
En mí rebota y en tu culo explota.
¡Pues anda que tú!

Este es el diálogo electoral entre los partidos que más ciudadanos dicen representar. Lo demás, es cizaña.

Parece que el mejor mérito del que son capaces muchos de los políticos nacionales es desprestigiar al contrario. Son "desprestigitadores", que no hay que confundir con el prestidigitador que hace juegos de manos y otros trucos, aunque mira, por lo de truco también nos sirve.

Auténticos mestureros.

En fin, que sea 21 N ya y esto ruede o pare, pero que nos lo dejen claro ya.


mesturero, ra.
(De mesturar).

1. adj. Cizañero, chismoso.

2. adj. ant. Que descubría, revelaba o publicaba el secreto que se le había confiado o debía guardar. Era u. t. c. s.


Feliz semana.


escribe e ilustra Jimmy Liao
edita Bárbara Fiore Editora, en el 2007
traduce del chino Jordi Ainaud i Escudero
isbn: 978-84-935591-9-9

comenta Félix Albo

Un otoño ha invadido la ciudad, y a sus habitantes, por fuera y por dentro.

Desde este clima, lleno de azules y fríos, nos preparamos a vivir una experiencia única siempre que nos dejemos envolver. Jimmy Liao, a través de dos personajes solos, que viven pared con pared pero con puertas y vidas separadas. Desde esa soledad inerte que viven los personajes, nos hace cómplices de la intención, de la posibilidad, del posible camino por dibujar y nos ilusiona, nos llena las páginas de colores. Y se encuentran, y el lector lo vive feliz, y tranquilo, y ve cómo los personajes se transforman, cómo se van llenando de luz.

Pero pierden la manera de contactar y a partir de aquí, el autor zurce y rezurce los desencuentros que vivimos con otra emoción distinta a la primera, a pesar de darse las mismas situaciones, los mismos desencuentros. Pero...

Qué maravilla. Qué manera de atrapar al lector con esa música ambiental que producen las ilustraciones, que te introducen no solo en escenarios específicos llenos de detalles, algunos irónicos incluso, sino que te sumergen en la emoción de cada página.

Los textos breves, simulan un cuaderno de anotaciones meteorológica a modo de diario y junto a estas, y no siempre, aparece un texto poético y exacto de meras descripciones de lugares o acciones, o matices sobre las emociones de cada uno de los dos personajes. Son como susurros mientras andas paseando por la ilustración.

Un regalo, sin duda. Un vaivén de emociones. Unas ilustraciones rítmicas, de emoción abierta y muy sugerentes. Es el primero de Liao, pero sin duda, no será el único.

A mí me encanta la del 6 de diciembre. Tiempo gélido y húmedo. Tan cerca y, al mismo tiempo, tan lejos.

Me aprece preciosa. ¿Y a ti? ¿Cuál te gusta?

Feliz lectura. Feliz semana.

P.D.: La semana que viene... La gran fábrica de las palabras, de Sleepyslaps

Perita: CIEGAYERNOS

Hay palabras así, graciosas al oído, a la vista y al entendimiento. Es curioso además que esta palabra solo exista en plural, pero el plural recae en el cegado y no en el que ciega. Como siempre.

Abramos los ojos, no seamos... yernos.


ciegayernos.
(De cegar y yerno).

1. m. coloq. Cosa de poco valor que aparenta tenerlo grande.


Feliz semana.

Contar en Monóvar es contar en casa, y eso siempre es una ventaja de las grandes. El público viene con ganas, y cada vez más. Cada vez más público; cada vez más ganas.

Ayer arroparon a PESPUNTES más de las doscientas personas que caben en la planta de abajo, y por eso abrieron la de arriba y subieron. Más de cuarenta. Vinieron de otras sesiones, y de los cursos, y del instituto y de Elda, Alicante, Petrer, Aspe y de...

Así que PESPUNTES salió, con ganas, con todas las ganas. Sigue en remodelación, ajustándose a mi voz y a los oídos que la escuchan. Ayer quedó bonita.

No es una sesión para morirse de risa, aunque la hay. Hay risas, a borbotones, a trompicones. Pero también hay silencios. Silencios en el texto, en mi voz, y en cada uno de los distintos adentros de quienes la escuchan.

Me va gustando el cuerpo que está cogiendo PESPUNTES. Me va encantando contarla, darle vida, baile, aire, viento... Darle rienda suelta para que corra a quienes la escuchan y allí se quede, mientras esas personas quieran escuchar lo que cada historia del espectáculo les susurra.

Dibujar, trazar, parir un personaje. Mostrar los caminos de creación, únicos, íntimos y libres. Compartir el trabajo de cocina, jugar con las ollas y las sartenes y mezclar sabores y colores, es todo un lujo. Sobre todo hacerlo ante un público que viene a lo que viene y por eso se deja disfrutar.

Ayer en Monóvar fue así. Grande.

Gracias.

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