Perita: ZAGUANGO
5 jun 2013
Veintinueve letras, veintinueve historias.
Con ZANGUANGA acabamos nuestra primera vuelta al abecedario.
Y más.
Mil gracias por seguirlas, por disfrutarlas, por difundirlas.
La mayoría de estas historias ya tienen voz y si aún no la tuvieran, andan macerándose, con sus salsas y sus potingues.
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zanguango, ga.
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La lástima es que no pensando demasiado, se le viene a uno más de un zanguango y zanguanga a la cabeza.
Buen día.
P.D.: Más peritas en:
Y las podrás escuchar cada domingo sobre las 12.30 h. en el Hoy por hoy de Murcia que puedes escuchar aquí, pinchando en Murcia, Radio Murcia.
Con ZANGUANGA acabamos nuestra primera vuelta al abecedario.
Y más.
Mil gracias por seguirlas, por disfrutarlas, por difundirlas.
La mayoría de estas historias ya tienen voz y si aún no la tuvieran, andan macerándose, con sus salsas y sus potingues.
ZANGUANGA - félixalbo
La primera vez que fui a casa de mi
amigo Luis aún íbamos al colegio y tuve que entrar despacito para no despertar a su tía,
una mujer inmensa que estaba desparramada a lo largo y ancho del sofá y al parecer se pasaba el
día dormitando.
Me pidió que me acercara a la cabeza,
que me agachara en silencio.
Prestando atención, pude escuchar cómo su tía, en cada expiración, emitía
unos pitidos agudos que le venían como desde dentro.
¡Sácame de aquíííí!, ¡sácame de
aquíííí!
Eso me dijo Luís que se oía.
Me contó que su tía había sido una
mujer comeniños, y que había venido a la ciudad a “desquitarse”
de ese mal vicio. Pero que cuando se dormía se oía gritar a los niños
que aún llevaba a medio digerir. Por eso dormía tanto, como las boas que se comen un conejo o un armiño.
Yo no me lo creí, claro. Tenía nueve años y ya no creía esas cosas y menos por la normalidad con la que Luis me lo contó.
Al salir, volvimos a parar sigilosos
sobre la cabeza de la tía y volvimos a escuchar aquellos pitidos. Y
sí, con mucha mucha imaginación se podría entender la súplica, pero la
razón me hizo desestimarlo.
Hasta la noche.
Cuando mis padres acabaron el día y
poco a poco la casa fue quedando en silencio, yo solo escuchaba
sácamedeaquís por un lado y por el otro. Y si cerraba los ojos,
parecía que aquella mujer inmensa se iba a abalanzar sobre mí
desde la parte más oscura de la habitación.
Imagino que dormiría algo, pero seguro
que fue poco.
No me había acordado hasta hoy,
fíjate. Me han despertado unos gritos que venían desde mi garganta.
¡Sacame de aquíííí! He oido perfectamente cómo gritaba una voz con perfecta dicción.
Imagino que será la gripe quien lo suplica porque no recuerdo
haberme comido a ningún niño últimamente.
El caso es que no puedo dormir.
Hay una señora inmensa en la parte más
oscura de la habitación. Está esperando a que me duerma.
zanguango, ga.
(De zangón).
La lástima es que no pensando demasiado, se le viene a uno más de un zanguango y zanguanga a la cabeza.
Buen día.
P.D.: Más peritas en:
http://felixalbo.blogspot.com.es/search/label/Peritas
Si te gustó, se agradece si lo compartes, lo difundes.
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Y las podrás escuchar cada domingo sobre las 12.30 h. en el Hoy por hoy de Murcia que puedes escuchar aquí, pinchando en Murcia, Radio Murcia.
La de cantidad de zanguangos que me cruzo cada día.
Saludos