Perita: PANTALÁN
26 mar 2013
Cuento con perita, como cada semana. Esta semana una palabra por P.
Rastros - Félix Albo
De
niño me ofreciste universos enteros para ser superhéroe, fuerte y
tremendamente valiente. Cantaba con una espada en alto, o con una
capa y un antifaz. Vivía toda una banda sonora dentro de mí. En mis
imaginaciones interactuaba con los míos, pero solo de vez en cuando.
Brillaba. Qué época tan maravillosa.
De
adolescente, a ritmo de cascos me diste fuerzas, frases y paisajes
para ser elegante, aviador, bailarín, cantante, esquiador,
terriblemente aventurero, valiente de echar para atrás y un gran
seductor. Qué época tan maravillosa.
De
joven estudié para ser maestro y descubrí la maravillosa música
que forma el silencio y el ruido fresco de tu risa. Me abandoné al
erizar de tus susurros. Nos entregamos noches enteras. Veranos como
rayos sentados en el pantalán de la bahía, paseos por las choperas
haciendo crujir las hojas, noches heladas junto a la chimenea,
deleites al florecer de los almendros. Siempre que podía, junto a
ti. Qué época tan maravillosa.
De
adulto trabajé en aquello que me gustó y me gustó aún más de tu
mano, con ganas de descubrirte, de descubrirnos; vivimos todo aquello
que se nos puso ante los ojos. Con tu ritmo, nuestro ritmo. Risas,
despedidas, encuentros, pérdidas, dudas, besos, miedos, pasiones,
picardías, nudos, auténticos delitos... y silencios. Hay que ver
cómo crecíamos juntos. Qué época tan maravillosa.
Ahora
fíjate. Me cuesta desprenderme de ti para desprenderme de la vida,
pero no me queda otra. Parece que, como dicen, me llegó la hora.
Me
siento satisfecho, no lo voy a negar. He sido todo aquello que soñé,
y soñando he llegado a ser mucho más de lo que nunca pensé, pero
me cuesta desprenderme sobre todo de ti. Saber que no nos volveremos
a ver.
Es
quizá lo que más me entristece de esta muerte. A parte de perder la
propia vida, saber que nunca más volveré a leer.
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pantalán.
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Feliz descanso. Buena semana.
Abrazos a capazos.