Perita: FARFOLLA
20 jun 2011
Sí, ya sé que Querétaro ha sido elegida la palabra más bonita del español. Pero no aparece en el diccionario, porque es un nombre propio, de ciudad, y como en el "lápices arriba" comercializado luego como Scatergories, no valen los nombres propios. Y para lo de la palabra más bonita, tampoco. Así que esta semana, la perita es Farfolla. Curiosa terminación, no me digáis.
Por asociación, la palabra farfolla nos lleva a farfullero, pero qué va. No hay que confundir farfolla con farfullar, que es lo que hace el farfullero: hablar atropelladamente, o hacer algo con tropelía y confusión.
Qué lío ¿verdad? Así, nada más empezar.
Mira, para aclararnos voy a poner un ejemplo, real y reciente, sorprendente e indignante (qué diferente suena ahora indignante, ¿verdad?):
Me enteré hace tres días de que el ayuntamiento de Madrid ha sacado a concurso los servicios culturales y actividades de las Bibliotecas Públicas Municipales. Enlazo aquí la (enrevesada, por cierto) convocatoria.
Es todo un lote indivisible en el que hay cuentacuentos infantiles, cuentacuentos para adultos, tertulias en inglés, tertulias filosóficas y club de lectura. La licitación es hasta diciembre del 2011. El precio de salida por el lote es 35.160 €. El precio de salida de cada sesión de narración es de 110 €, sea "infantil" o de adultos (de las que solo hay programadas 15, para todo Madrid, de aquí a diciembre). Ciento diez euros. Dirigir un club de lectura (seleccionar, preparar, leer, animar a leer, tener habilidades para con el grupo, guiar en la sugerencias según los intereses del grupo...) 76 €, las tertulias en inglés 43€.
Ese es el precio de salida. Que levante la mano la empresa que ofrezca menos, a la de una, a la de dos... Esto es lo indignante.
Lo sorprendente es que entre los criterios la baremación da 10 puntos al proyecto, 50 a la propuesta económica y 40 a las mejoras, que como en el proyecto especifica, se trata de la publicidad de la actividad. Es decir: da igual la calidad de la actividad mientras sea barata y tengamos una foto bonita. No importan los usuarios, no importa la trayectoria del programa, no importa la opinión de los profesionales que se han hecho cargo hasta ahora de programar ni el número y grado de satisfacción de los usuarios. Lo que importa es que cueste poco dinero. Y un folleto, un cartel. Una foto bonita.
Esto es farfolla.
farfolla.
Nos privatizan lo poco público que nos quedaba. Para mí las Bibliotecas eran un modelo de que lo público funciona, es equitativo y, bien gestionado, resulta incomparablemente beneficioso para la sociedad porque se ajusta permanente a ella, a sus necesidades, a sus sintereses, a su idiosincrasia (siempre me gustó esta palabra). Pero esto no es importante y se acaba. Maniatan a los profesionales públicos, quienes han trabajado la trayectoria de cada centro, quienes han marcado su ritmo y sus objetivos: Les maniatan y ceden el timón a una empresa que ojalá tenga mayor interés e implicación en la prestación del servicio que quienes redactaron su concurso, porque si no, adiós bibliotecas, adiós espacios de la palabra, de los cuentos, de la lectura, del intercambio, del encuentro, de la reflexión...
Ya ha pasado con los colegios. Del desprestigio de la institución, a la aparatosa burocracia para cualquier gestión, pasando por la movilidad física incesante del profesorado, desestructurando los centros y minando los ánimos. Maniatándolos o arrebatándoles las ganas. Triplicando el esfuerzo de quienes aún creen en ello. Pero da igual.
Ya ha pasado con los servicios sociales en sus diferentes programas. Y con los sanitarios.
Pero no pasa nada. Farfolla.
Foto bonita. Como la del aeropuerto de Castellón, sin aviones aún, pero con visitas guiadas. Te dan una foto, eso sí. Bonita.
Foto bonita. Como la del aeropuerto de Castellón, sin aviones aún, pero con visitas guiadas. Te dan una foto, eso sí. Bonita.
Si quieres seguir leyendo sobre el tema, puedes leer a Carles García en Los cuentos de la Luna, a Pep Bruno o a Légolas.
Feliz semana.
Feliz semana.