PETRER, AlicAnte

31 de octubre. Noche de todos los santos.


Desde hace ya algunos años, una buena gente de Petrer ha tenido a bien utilizar su castillo para contar, en esta noche especial, historias de miedo.

Esta fue la excusa para crear cuentos como "El pueblo de los mellados" o "La casa del mal aliento". En el tercer año que participo, he decidido contar una historia de Mandana Sadat.

El castillo se llena de antorchas portadas por la santa compaña (con la cara blanca en algunas fotos), la sala capitular se llena de sillas frente a un altar lleno de velas, en las calles tambores, hombres y mujeres come fuegos y queimada para la gente que queda fuera, que no es poca.

Este año, los organizadores han optado por hacer tres pases de un hora aproximadamente cada uno. 4 narradores, 4. 1 narradora, 1. Luisan de Cubilet, presentaba, Pablo Albo nos deleitó con una historia de un panadero, una muerta, un capitán pirata y el desinfle de un sueño (por ejemplo). Genial, como es él. Un lujo poderlo volver a oir. Susana nos habló de las búsquedas a partir de los 30, de sus experiencias... de cambio. Óscar, un chaval que no quiere hacerse mayor, nos lo dijo una, otra y hasta tres veces (no porque fuera pesado, tres eran tres las sesiones que hicimos). Campanari, ese gran narrador nos contó una de sus historias del barrio donde nació: Chacarita, en Buenos Aires. Yo terminé con "El otro lado del árbol" y luego Manolo Cerró.

Un público (180 y algo, en tres grupos de unas 60 personicas) con ganas, unas ganas que se van curtiendo y ampliando (en ganas y personas) año tras año. Gente que en noches como estas en las que no faltan macrofiestas macroorganizadas, prefieren escuchar historias. ¿Te apuntas el año que viene?

Las entradas se venderán el día 15 de octubre del 2007. Nos vemos.

Otras veces Félix Albo en Petrer Agosto 06

SALAMANCA, SaLamaNca

Sábado, 28 de Octubre.

Salgo a las 7.00 de la mañana camino de aquella hermosa ciudad. Salamanca me parece preciosa y, junto a Granada y Santiago, creo que nadie puede perdérsela. En ella viví cuando tuve 13 años. Ha llovido desde entonces (por allí más).

El viaje, largo, me regala un amanecer entre una niebla que a la altura de Albacete capital, engulle esta ciudad bajo ese blanco mágico. Una imagen preciosa. ¡Vaya! Me he dejado la cámara.

La niebla me acompaña hasta bien entrada La Mancha. Cuando ésta se disipa (la niebla, no La Mancha), me sorprende un grupo de ¿80? moteros y moteras en una estación de servicio en sentido contrario. Tenían una bombona de butano hinchable del tamaño de un quéseyo, pero enorme.

Madrid nublado, pero de otra niebla. Desde aquí a Salamanca se hace corto. La ciudad te entra por los ojos de golpe. Llego a la hora de comer junto a Ruth y Héctor. Paseo por la ciudad, cafecito tranquilo y a las 19.00, la plaza mayor, donde se ubica la XIV Feria Municipal del Libro Antiguo y de Ocasión. En medio de la preciada plaza un escenario. Abajo 60 sillas y un montón de gente de pie, esperando. Otro montón que va y viene y otro más atendiendo a un intervención teatral que se da con Lorca, la luna y una enamorada.

Media hora más tarde, se encienden las luces y en el enorme escenario sale mi figurita que coloca su maleta en una silla, abre su botella de agua y empieza por lo primero: saludar y ordenar las neuronas, las suyas y las del público.

A lo largo de la hora, el sol se fue acostando y un montón de gente se iba uniendo a escuchar, gesticular, reir y soñar con los cuentos que se iban contando. Dos montones de personas, las que ya estábamos y las que se van quedando.

Al final, entre cas tres montones, despertamos a la abuela como tenemos costumbre en el Mediterráneo y animamos a leer y contar, que no pare.

Fotos con el público (a ver si ha ysuerte y me mandan alguna), besos y agradecimientos espontáneos. Un café con amigos y camino de regreso. El sueño me hizo parar en Las Rozas y, después de descansar, pude disfrutar de un domingo primaveral.

En casa calorcito y buenos alimentos. Las fotos las ha enviado Ruth. Gracias remaja.

CADENA SER, Murcia

Desde hace ya algún tiempo Pablo y yo contamos alternadamente cuentos por la radio. Se puede escuchar en toda laco marca noroeste de Murcia. En el dial 97.2 de la FM.

La hora puede que varíe pero suele ser entre las 19.30 y las 19.45 de cada jueves.

Paco, el locutor (más majo él) de La ventana de la SER, nos llama por teléfono y desde donde estemos, le contamos.

Este jueves a mí me pilló en mi casa, preparándome para salir camino de disfrutar una sesión de José Campanari en Elda.

Conté tres pulgas de "99 pulgas". Un libro que hemos escrito Pablo Albo, Pep Bruno y yo. (Si quieres cómo conseguirlo sólo tienes que escribirme a felix@narrantes.com)

Es una experiencia más, que lleva ya más de dos años en marcha y ehca los cuentos a volar por las ondas hasta la casa de quien le apetezca. Genial.

Abrazos a capazos.

SACEDÓN, GuadaLajAra



Otro municipio que me transporta a mi infancia. Sacedón y su pantano, que llegaba hasta la orillica mismo del pueblo. Ahora el pantano llega, pero el agua se queda allaáááááá allá. Fines y fines de semana de mi infancia los he pasado por aquellos alrededores tan verdes recuerdo y con tanta naturaleza a bocajarro.

A Sacedón voy a contar por segunda vez. La primera a su colegio público, ahora para su biblioteca.

El viaje genial. Esta zona de Guadalajara, limítrofe con Cuenca, posee un paisaje que me encanta: cultivo, chopos con ese color que adorna el otoño, pinos, carrascas, riachuelillos y ríos y un olor...

Conté primero para un público infantil, acompañado. En un principio éramos pocos pero se fue llenando hasta los topes. Las historias fueron saliendo de la maleta y las fuimos disfrutando. Acabamos bailando.

Después llegó la sesión de adultos. Nunca se había programado una sesión para adultos desde la Biblioteca. Fueron llegando puntuales las 14 mujeres que escucharon las historias. Muchas del club de lectura. Nos lo pasamos bien. Nos lo pasamos bien.

Y el regreso genial. Me encanta conducir con una noche despejada, por carreteras con poca luz que permiten dsifrutar, aún, de alguna estrella fugaz despistada.

Abrazos.

ESTEPONA, Málaga

Me encanta que llueva. En el viaje hacia Estepona (que no sé por qué mi ordenador me cambia a Estepota) llovió durante kilómetros y kilómetros. Y cuando no llovía, el paisaje regalaba esas imágenes únicas en las que se mezclan nubes, naturaleza, caseríos, humedad y esa luz tan especial de las tormentas. Así pasé el largo viaje: entretenido.

Llego a Estepona después de muchas, muchísimas urbanizaciones y otros tantos campos de golf. No encuentro el cartel de entrada, por eso no está aquí. Sí que encuentro fácil la placita donde me hospedo. Cenita y noche tranquilas.

El festival está organizado por Simsalabim, un grupo de Cádiz que entre otros muchos proyectos, llevan con constancia y rigor LITORAL. Merece la pena conocerlo.

Al festival acudimos Ana García Castellano (Madrid), Gamba y Ginny (Madrid), Jackelin de Barros (Uruguay), Tony Sariego (Cuba), Simsalabim (Cádiz) y yo. Bueno, también estuvieron (geniales) Paco Pacolmo y Cía (Jaén) que con su clown provocador nos pasacallearon por el casco histórico del municipio.

El viernes empezamos contando en institutos de secundaria. Yo disfruté del alumnado de 3º y 4º de ESO del IES Cancelada. Una sesión en la Biblioteca del centro donde hubo, sobretodo, historias románticas. Una gente maja, la del Cancelada.

Por la tarde sesión familiar en el salón de actos del C.P. Víctor de la Serna donde el público pudo disfrutar de un cuento de cada un* de nosotr*s.

Y por la noche nos fuimos de bares. A las 23.00 el Kronen se llenó de historias para adultos, donde también reinó el amor. Historias que provocaron risas, expectación y caras como la de ana en la foto.
A las 00.00 nos vamos al Ático, en el puerto. Con nosotros se viene parte del público del Kornen. El local tiene un ambiente distinto. Aquí contamos historias breves que hacen que la gente no desenganche. Una ronda, otra, otra, otra más, una última y otra. Y a dormir que son dos días.

Por la mañana, a las 11.00 comienza una ruta placera (por las plazas y por el placer de hacerla) por el casco histórico de la ciudad. Paco Pacolmo y sus dos compañeros eran los encargados de mover a la gente de un lugar a otro. Para ello valía todo: atracos con pistolas de agua, escaladas a los balcones, enamoramientos, visitas a tiendas… Qué buena es la mirada de los Clowns.

Finalizamos en la plaza de las flores contando nuestras últimas historias. Un público muy agradecido.

Un lujo de festival. Por poder conocer esta ciudad por dentro, por poder disfrutar y escuchar a mis compañer*s y porque ves que desde los ayuntamientos cada vez se le da más importancia a este tipo de certámenes a los que se les pretende dar continuidad.

Gracias a Juan Ignacio y Ana por la organización, a Ángel por la acogida. Abrazos al resto por el resto.

Regreso a casa menos lluvioso pero más contento.

III Encuentro de narradores y narradoras. 13, 14 y 15 de octubre. Ole. Allí nos vimos... un montón. Y hablamos de todo: cuentos, gentes, nombres, lugares, ausencias, libros, plantas, descendientes, ascendentes, palpitares, respirares, mirares... y paseos. Vivir es encontrarse y eso hicimos. ¿Fotos? Claro. Pincha aquí. Las colgó Yosi, nuestro narrador más lejano en procedencia y uno de los más cercanos en afecto. Las mías las colgaré pronto.

Copio y pego un texto enviado por Domingo Chinchilla a la lista Cuentistas y que me parece que no se puede expresar mejor lo que allí ocurrió y vivimos:

El Monestir de Poblet, lugar de muertos ilustres y mejor vino, nos ofrecía en esta ocasión su valle y sus vistas para que nos encontráramos, y por no alterar la estabilidad de sus monjes y cadáveres con nuestras dudas y preguntas, nos desplazamos al alberg Jaume I, espacio y nombre más indicado para librar nuestras batallitas domésticas, en voz baja y en privado (grupitos de trabajo), al estilo catalán, sin molestar demasiado, sin preformances asamblearias, pero fent camí.
Encendido de luces (gracias a Gràcia previa inteligente gestión), escaleras centrales para andar subiendo y bajando como cada cual imagine, staf de recepción con ordenador portátil y mucha documentación (y sábanas, y condones), ilustres profesores universitarios que no aburren, librería montada para la ocasión, barra propia con dinero inventado y camatas colegas (que más se puede pedir?), carteles, mucha información, mucha "chorrada" de la buena, leyendas por inventar, mucho curro previo e in situ, tiro con arco con o sin saña (allá cada cual) y sobretodo muchas preguntas.
Preguntas de infarto, preguntas de digestión lenta, preguntas con esguinces musculares, preguntas precocinadas, preguntas terminales, preguntas clarividentes, preguntas exquisitas, preguntas atormentadas, preguntas sin precedentes, preguntas puras, preguntas putas, preguntas linfáticas, preguntas alucinógenas, preguntas estereotipadas, preguntitas, preguntas psico-económicas, preguntas exhuberantes.... y tantas preguntas que junto con el ambiente brasileiro nocturno y los efluvios alcohólicos provocaron una inmensa niebla sobre la Conca de Barberà y la siguiente cita del encuentro, que solo pudo ser disipada por el vuelo del ramo de flores a modo de happy end de comedia romántica, con abrazo masivo final, cava catalán y lagrimitas de despedida.
Y entre el halo de despedida y el ritmo de desmontaje de carteles y guirnaldas una pregunta quedó en suspenso: alguien conoce la historia del japonés que vendía dinero?, y una duda: los condones tendrán validez en Euskalerria?

HELLÍN, Albacete

I Feria intercultural “Hellín, ciudad abierta” una feria para mostrar las distintas nacionalidades que conviven desde ya hace tiempo algunas, otras no tanto, en esta ciudad manchega: juegos, puestos de comidas del mundo, charlas, y, cómo no, cuentos.

El público adulto, con algún niño, escuchó desde un círculo improvisado las historias que salían desde mi voz rota por el frío. Historias con libro, como La Isla, o sin libro, como el Cuento de Navidad. Historias bien acogidas con risas y aplausos. Entre cuento y cuento sorbito de té, ofrecido por un viejo amigo, que ha montado una tetería de esas que tienen un toque tan “especial”.

Después de contar, para casa, a cuidarse y descansar. Regreso feliz, por toda la ruta y por la feria de Hellín. El conocimiento de otras culturas hace que estemos más cerca. Y nos hace falta, que ya va haciendo frío.

LOECHES, Madrid

Loeches es un municipio que conocí de joven. Allí, fue desterrado y enterrado (que suena parecido pero no tiene nada que ver) el Conde Duque de Olivares. Tampoco tiene que ver este hecho con que yo conociera Loeches en mi adolescencia. El conde duque y yo somos de épocas distintas. Aunque si a mí me pareció cambiado el entorno, imagino que al conde le daría un “pus” ver su Loeches recoleto en la actualidad.

Gracias al empeño de unas pocas personas y las ganas de otras, arranca Loeches en cuento, un festival que no se queda ahí. Posee un proyecto más ambicioso que comprende la narración, la formación y el desarrollo de este arte desde distintos ejes.
Yo, en esta ocasión, participo tras el acto inaugural, impartiendo una charla a profesionales de “lo social” sobre el cuento como recurso de intervención y recurso educativo. La sala acogedora, como la gente que asiste, la de la organización y el ayuntamiento.

De mi maleta comienzan a salir libros. Cuento algunos, otros no nos deja el tiempo. Dudas, comentarios, releemos el material facilitado con sugerencias y pautas básicas y, después de dos horas pasadas, el escenario lleno de libros se llena de gente para tocarlos, mirarlos y disfrutarlos de cerca. Corrillos con temas de conversación interesantes todos. Chambao de música de fondo. La gente queda contenta y eso me encanta.

Cena con la organización, risas, historias e ideas.

A la mañana siguiente sigue el festival con cuentos de Briggite, Rodorín y Alicia Mohíno, el domingo Belén, Paloma y Laura. Yo me tuve que ir a mitad de sesión de Rodorín (un mago de los objetos y la palabra), camino de Hellín.

Sonriendo, marcho de esta transformada ciudad.

Localizo la Biblioteca y tras un susto, me enseñan el salón de actos. En cuanto me doy cuenta tengo dos planos de Monreal en las manos y un folleto de los hoteles y otro de información social y cultural del pueblo. Agradecido me voy al hotel. Parece que ha dejado de llover. Salgo a dar una vuelta. Llueve de nuevo y llego al hotel mojado (mojado sirve para el hotel y para mí). Lectura. Cenita y a disfrutar de la noche. Me acuerdo de que esta es la tierra de Maricuela.

Por la mañana al pedir mi zumo noto que la voz también se mojó. Allá voy. Mari Fuertes, bibliotecaria, me espera.
La primera sesión con personicas de 5º y 6º, aunque sólo vienen los primeros (es decir, los 5º). Abrieron los ojos a la primera y pudimos disfrutar de una sesión muy, muy maja. Salieron historias de todos los lados, hasta de un libro de una de las estanterías.

Por la tarde la sesión es para todos los públicos, en el salón de actos. Viene mucha gente. Algunas personicas de esta mañana repiten. Lo pasamos bien. Muy bien. Gracias.

Palabras sobre libros, reseñas, opiniones… así da gusto despedirse y cerrar una gira aragonesa recorriendo espacios de entre los más selectos.



Anoche ya me quedé impresionado de este pueblo.
Hoy, más. Todo: sus casas escarpadas, su palacio lo más alto, su río que la cruza, sus dos puentes, sus calles, los balcones de sus casas… Todo respira un encanto especial.

En la Biblioteca me espera Carmen, animadora sociocultural. No tarda en llegar Alicia, la bibliotecaria.

Dos sesiones. La primera con las personas más pequeñinas de entre las pequeñinas que siguieron con mucha atención todas las historias. Y dedicaban toda su concentración a repetir los gestos de cada cuento.
La segunda con las personas menos pequeñas de entre las pequeñas. Aquí hubo más risas y más expectación. Lo disfrutamos.

Salimos a comer Alicia, Carmen y yo.
Charla sobre el pasado, los cambios, los recuerdos y las casas de paja.
Después paseo por el pueblo de manos de Alicia (nacida allí), escuchando la historia de los libros aliñada con esa parte emocional que todos tenemos del lugar donde hemos pasado la infancia. Un verdadero lujo. Gracias.


Mi intención era quedarme a dormir, pero en un arrebato mientras me daba el sol muy de lleno, me fui camino de Monreal del Campo.

El viaje, de nuevo, un lujo. Esta zona tiene paisajes impactantes.

El atardecer de cara, mezclado con nubes que amenazan liarse a cantarazos de agua.

Llego a Monreal. Justo encima de mí está la nube. Llueve.
Me mojo, como los demás.

ZUERA, ZaraGoza

Entro en el templo del saber:

"La Federación de Gremios de Editores de España (FGEE) ha concedido el Premio a la mejor iniciativa de fomento de la lectura en bibliotecas abiertas al público a la Biblioteca Pública Municipal de Zuera (Zaragoza)"

Ya ayer hablé con Chus (la sabia) de sus proyectos de animación y formación de usuarios y de sus campañas lectoras. Hoy seguimos a ello. Qué gusto da escuchar a alguien tan… así. Qué gusto da poder compartir ilusiones. En fin, que mientras, la biblioteca se va llenando.
Salieron cuentos de la maleta y algunos de la manga. El público participó de todos por igual.
A una niña de ojos rasgados le gustó más el de Buenas Noches. Muy bonito, sí.

Después, fotos, libros y palabras. Chus me presentó a la figura de D. Odón de Buen, nacido en Zuera.

Despedida con abrazo y carretera y manta. Voy destino Valderrobres, Teruel. Cuento allí mañana y, duermo allí descansaré mejor.

El viaje una pasada. Atardecer de retrovisor con instantáneas de paisajes brutales. La noche, implacable e inmensa. Además, los últimos seis o siete pueblos que crucé no tenían luz por un corte del suministro. Muy bonito todo así, a oscuras.


Como en Zaragoza, en un vegetariano muy bueno. Luego cafelito y blablablás más que interesantes con Samuel.

Llego a Zuera para saludar a Chus, y conocerla, y de allí a Ontinar.
Es un pueblo colono. Bueno, es el primer pueblo colono creado después de la guerra. Yo no sabía nada de los pueblos colonos. Ahora ya he mirado en la red y he leído y algo me contó Mariajo, la biblotecaria.

Y mira tú que voy a conocerlos contando en el primero que se fundó. Un pueblo que sorprende por ser distinto. Sus calles anchas, con jardincillos por aquí y por allá, sus casas bajas… Se ve amplio y verde, sin ser estas urbanizaciones de viviendas “en serie” que hacen ahora sin identidad alguna.

Mariajo, también es más que puntual (debe ser la zona ;o) )
Me sorprende en el bar leyendo Peter Pan. La biblioteca recogidita y muy acogedora. Las madres, el padre y la concurrida infancia, van acudiendo y se van colocando en sus sitios. La escucha se hace latente cuando empieza el primer cuento. A partir de ahí un lujo. Lo pasamos bien. Luego lo dijimos.

Recogí la maleta y, ale, para Zaragoza otra vez. Qué bonita es esta zona oye.

Me levanto temprano y comparto desayuno con Samuel Alonso.

Cojo la autovía con dirección La Puebla del Alfinden. Llego en poquito tiempo. La autovía rodea su castillo para seguir dirección Barcelona. El pueblo se me asemeja alargado.

No es difícil dar con la Biblioteca. Está ubicada en un edificio pegado al Ayuntamiento y tiene un pequeño patio.

Me esperaba Beatriz, la bibliotecaria.

La sesión se hace en una de las salas de la biblioteca. Los niños y niñas llegan más que puntuales, con sus maestras. Con ganas, y eso siempre agrada. Mantienen esas ganas hasta el final y se marchan, sonrientes, después de que les haya firmado tres o cuatro autógrafos.

Un lujo de chavalería, sí. Me gusta mi trabajo.



Besos.

Amanezco a bocinazos a 27 kms. de Zaragoza. Un despertar que rompe el encanto de una noche estrellada y calma.
Llego a Ejea antes de las 8.30 Me pongo a leer. Dos hombres abren el maletero de su coche y ponen música de banda a todo volumen: ellos tocan en directo la trompeta y el trombón de varas. Abandono mi lectura y me dedico a disfrutar de este regalo. Cualquiera que pasa por allí deja su saludo y su opinión crítica sobre las piezas musicales, los instrumentos, el domingo...

Llego a la sesión sonriendo. Samuel Alonso me recibe. Gracias. A Silvia y Marta también.


Me gusta Ejea, pueblo de gente amable. La sesión familiar, está dentro de la programación de la 1ª Feria del Libro. Viene gente: en el suelo, de pie, fuera de la sala... La sala tiene un espejo al final que en un momento dado se hace un hueco, me veo y me asusto (cosas de la autoimagen) La maleta repleta, y con muchas ganas. Las orejas también. Una sesión, ante todo, divertida.

Comida con la organización. Risas, visita a la feria y conferencia de Espido Freire.

Cenita en la capital con risas y, después, sueño, mucho sueño. Hoy sí. Sueños bonitos, ya os contaré.

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