Perita: CIENSAYOS

CIENSAYOS

Lo han encontrado. Lo han expuesto en una vitrina en el ayuntamiento. Mañana se lo llevan a la capital de la provincia, o a Madrid, aún no lo tienen claro.

Debería ser un motivo de jolgorio y alegría, pero no es así.

Al parecer ha sido por casualidad. Uno de los vecinos del pueblo andaba buscando las primeras setas del otoño en la mañana de hoy y entre el ramaje bajo de los pinos, lo ha visto revoloteando sobre el agua, como refrescándose o quizá bebiendo o quién sabe.

Dicen que cuenta que le han maravillado sus colores que brillaban, por el agua pensaba él.
Dicen que cuenta que silbaba un trino envolvente y tranquilo. Que nunca había oído nada igual. Ni parecido. Tan bonito.

Con tino, ha lanzado un guijarro y le ha dado de lleno. Su intención era darle en una pata ha explicado, pero el pecho ha recibido todo el golpe. Ha pegado dos revolotones más y ha caído sobre el charco. Cuando ha llegado, dicen que ha contado que tenía ya los ojos cerrados y sus plumas se han vuelto grises mientras él tomaba su pequeño cuerpo del charco.

Dicen que el hombre se ha emocionado al decir que los colores brillantes no le venían del agua, sino de la vida. Dicen que ha dicho que casi mejor era seguir pensando que era un pájaro imaginado. Que comprobar su existencia matándolo no tenía ningún sentido. Que había deseado ver uno desde pequeño, y esa ilusión que le vino de su abuelo, se la había transmitido a su hijo, y también a su nieta.

Dicen que se ha sentado en el borde de la fuente y que, con voz aguda de niño y entre pucheros, ha intentado simular su canto.

Han venido dos furgonetas llenas de estudiosos y entendidos y lo primero que han hecho ha sido soplarle las plumas.

En el pueblo, aún en silencio, hay un revuelo grande, pero no de pájaros. Se han ido. Nadie sabe dónde.

Chipirrip, chipirrip. Dicen que aún está allí, en la fuente.
Aún sigue llorando.

Chipirrip. Su nieta se ha sentado a su lado y le ha tomado de la mano.

ciensayos.

(De cien y sayo).

1. m. Pájaro fabuloso, del que se decía que debajo de su plumaje, de colores diversos, tenía un vello muy espeso.


Feliz semana, últimos días del verano.


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