GIJÓN, Asturies FESTIVAL DE ASTURACTIVA
12 nov 2007
Esta tierra me encanta. No sólo por la belleza que encierra cada uno de sus rincones, sino por un montón de cosas más.
Ya se acabó el festival. El festival organizado por ASTURACTIVA.
Este año éramos cuatro: Maricuela, Anselmo, Yosi y yo; pero por aquí han pasado Campanari, Arjona, Cellero, Xaro Pita, Paula (ay Paula), Milo, Mario San Miguel, Pepe Maestro, Pep Bruno, Pablo Albo...
Como veis han venido de los buenos lo mejor, como se merece el público que esta asociación ha conseguido ir creando en estos cinco años de trabajo. Las historias, además, se han oído en espacios especiales, pero uno de ellos nada usual: un museo; El Barjola. A pesar de tener nombre de establecimiento hotelero, el museo dedicado a este pintor, se ha llenado de un montón de palabras y con ellas de emociones durante 15 noches en estos cinco años. Quince noches a las que ha habido gente que no se ha perdido ninguna. Entre el público había gente que decía, este año estás más flaco o, a ver qué nos preparas para el año que viene.
Este año estaba nervioso. Sonaron Las cuatro esquinas, mi sesión nueva que habla de la infancia que se entremezcla con la ida y los recuerdos. Parece que gustó, aunque seguiré trabajando para ya hilar fino y rematar, que eso sólo lo puede hacer el tiempo y contar. Ya la probé en Cuenca (otro público especial) y bueno, ahí rodó.
Pero ha sido especial porque, de momento es el último. Al acabar no dijeron hasta el año que viene, sino hasta luego. Quieren descansar.
Público y profesionales nos hicimos oír a la organización que queremos más. Y es cierto, queremos más, a pesar de reconocer que organizar un festival para dos personas es mucho. Queremos más a pesar de saber que, a parte, han organizado 9 escuelas de animación sociocultural y muchas actividades más. Queremos más sabiendo que son una asociación sin ánimo de lucro y que al final es lo comido por lo servido después de invertir tiempo personal y muchas veces dinero. Pero no tenemos remedio y queremos más. No nos resistimos a admitir que se nos cierra esa puerta donde cada año nos encontrábamos para disfrutar Sí, porque contar en Gijón, en el festival de Asturactiva era eso, disfrutar, contar mirando, dejarse llevar, gozar. Contar aquí es una manera de abrazar y los abrazados y abrazantes (que somos todos al final) nos negamos a prescindir de este abrazo otoñal. Así que esperamos ser lo suficientemente pesados, los narradores y las personas del numeroso público de los distintos espacios, para que descansen estas dos personillas (Marcos y Cris), pero que aquí estamos, en las puertas del Barjola, con la palabra en la boca y las historias en las manos. Aquí estamos deseando comer las patatinas al cabrales, y la sidra, y la sangría de sidra, y pasear por cimata, y dejarnos calar por el orballo (agotador) y bajar por la escalerona y pasear por esa impresionante playa de San Lorenzo, y abandonarse en ese cantábrico, y correr a Casa Fede, o a la Xana, o a la Carballera, o al Lavaderu, o disfrutar de un paseo por el botánico... y así cada día, descubrir porquito a poco esta ciudad llena de eificios solemnes y gente agradable.
Ya se acabó el festival. El festival organizado por ASTURACTIVA.
Este año éramos cuatro: Maricuela, Anselmo, Yosi y yo; pero por aquí han pasado Campanari, Arjona, Cellero, Xaro Pita, Paula (ay Paula), Milo, Mario San Miguel, Pepe Maestro, Pep Bruno, Pablo Albo...
Como veis han venido de los buenos lo mejor, como se merece el público que esta asociación ha conseguido ir creando en estos cinco años de trabajo. Las historias, además, se han oído en espacios especiales, pero uno de ellos nada usual: un museo; El Barjola. A pesar de tener nombre de establecimiento hotelero, el museo dedicado a este pintor, se ha llenado de un montón de palabras y con ellas de emociones durante 15 noches en estos cinco años. Quince noches a las que ha habido gente que no se ha perdido ninguna. Entre el público había gente que decía, este año estás más flaco o, a ver qué nos preparas para el año que viene.
Este año estaba nervioso. Sonaron Las cuatro esquinas, mi sesión nueva que habla de la infancia que se entremezcla con la ida y los recuerdos. Parece que gustó, aunque seguiré trabajando para ya hilar fino y rematar, que eso sólo lo puede hacer el tiempo y contar. Ya la probé en Cuenca (otro público especial) y bueno, ahí rodó.
Pero ha sido especial porque, de momento es el último. Al acabar no dijeron hasta el año que viene, sino hasta luego. Quieren descansar.
Público y profesionales nos hicimos oír a la organización que queremos más. Y es cierto, queremos más, a pesar de reconocer que organizar un festival para dos personas es mucho. Queremos más a pesar de saber que, a parte, han organizado 9 escuelas de animación sociocultural y muchas actividades más. Queremos más sabiendo que son una asociación sin ánimo de lucro y que al final es lo comido por lo servido después de invertir tiempo personal y muchas veces dinero. Pero no tenemos remedio y queremos más. No nos resistimos a admitir que se nos cierra esa puerta donde cada año nos encontrábamos para disfrutar Sí, porque contar en Gijón, en el festival de Asturactiva era eso, disfrutar, contar mirando, dejarse llevar, gozar. Contar aquí es una manera de abrazar y los abrazados y abrazantes (que somos todos al final) nos negamos a prescindir de este abrazo otoñal. Así que esperamos ser lo suficientemente pesados, los narradores y las personas del numeroso público de los distintos espacios, para que descansen estas dos personillas (Marcos y Cris), pero que aquí estamos, en las puertas del Barjola, con la palabra en la boca y las historias en las manos. Aquí estamos deseando comer las patatinas al cabrales, y la sidra, y la sangría de sidra, y pasear por cimata, y dejarnos calar por el orballo (agotador) y bajar por la escalerona y pasear por esa impresionante playa de San Lorenzo, y abandonarse en ese cantábrico, y correr a Casa Fede, o a la Xana, o a la Carballera, o al Lavaderu, o disfrutar de un paseo por el botánico... y así cada día, descubrir porquito a poco esta ciudad llena de eificios solemnes y gente agradable.
Un goce Anselmo, Yosi y Maricuela. Un goce Cris y Marcos. Un goce Gijón, ciudad oreja donde las haya. Asturias, paraíso de la narración oral.
A Asturactiva sólo me queda decir que GRACIAS por estos cinco años y gracias por los que vendrán.
Marcho para Toledo, que hoy empiezo, con muchas ganas y poca voz, en el Biblio Bus,
Ya os cuento.
Abrazos.
A Asturactiva sólo me queda decir que GRACIAS por estos cinco años y gracias por los que vendrán.
Marcho para Toledo, que hoy empiezo, con muchas ganas y poca voz, en el Biblio Bus,
Ya os cuento.
Abrazos.
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