YAYERÍAS, El libro
11 jun 2008
Aquí está: YAYERÍAS
Vaya meses. Se me ha juntado todo, desde el disco duro del portátil que hizo ¡puf!, a un "no parar" de trabajar, o por lo menos de hacer kilómetros (20.000 en abril con mi coche nuevo) y no poder sentarme tranquilamente delante del portátil ya arreglado para contaros.
Pero mira, me alegra comprobar que, de repente, tengo tiempo y algo que contaros. Ya ha salido el libro que llevaba tratando de escribir un año y pico largo. Engañando al editor, engañándome a mí mismo, leyendo, releyendo y corrigiendo y reestructurando hasta conseguir plasmar con letras once historias.
Once historias.
Historias como El pueblo de los mellados, La casa del mal aliento, José, Con los pies en remojo, Que no vuelva, El secreto... Así hasta once.
Once historias nacidas para ser escuchadas y que ha llevado su tiempo y su esfuerzo traducir, pasar a un formato pseudoliterario para poder ser leídas sin estorbos, sin estructuras orales que chirrían a los ojos, sin guiños con mi cuerpo, sin improvisaciones y adaptaciones al momento y al lugar en el que son escuchadas: un móvil que suena, un vaso que cae, una puerta que se abre, alguien que tose...
Frente a esa frescura aparece la tranquilidad. La tranquilidad de leer plácidamente, tumbado o sentado, o de pie; leer y releer, y buscar entre las palabras, en las sombras de los renglones, al final de las frases. Poder disfrutar al ritmo que queramos de estas once historias que poseen algo en común: su voz. Su voz es siempre mayor. La persona protagonista, o la que cuenta la historia son siempre mayores.
El texto de la contraportada pone:
El momento más íntimo de todo viaje es el trayecto de regreso. En él, se van seleccionando con mimo los momentos más especiales: nombres, palabras, aquella calle, una noche de viento, aquella carrera en la lluvia, unos pies descalzos, una mano entrelazada a la tuya; quizá una risa, quizá mil lágrimas, una nube, una luna, una nota en un espejo, una canción que mal sabría perderla... Detalles e instantes de esa vida que nunca volverá a ser aunque pudiéramos regresar.
Yayo y yaya es como llaman en el Levante a los abuelos y abuelas. Yayerías son las historias de sus miradas, las miradas del abuelo y abuela de antes, los del regazo, los del olor a bizcocho, los sin prisa para medir el tiempo. Esa mirada de a quien el viaje se le acaba y quiere que su canción no se olvide.
De la mano del humor, el amor y la vida, con todo lo que ella trae, Yayerías nos sumerge en el lado más humano y cercano de la nostalgia.
Félix Albo nació en el Mediterráneo. Quizá por ello sus historias posean esa mezcla mágica de ironía, fiesta, sarcasmo, diversión, amor y ternura. Escuchar sus historias es confirmar que la vida es bella y que no hay que perder la mirada de niño tan traviesa como inocente. Leer entre sus palabras, dejarse llevar más allá de sus líneas, es descubrir esa defensa a ultranza del disfrute de la vida.
Pues eso. Aquí os dejo la portada y las ganas. Abrazos a capazos camino de Madrid y de allí a Guadalajara.
Más abrazos.
Si no lo encontráis en la librería o biblioteca, podéis preguntar en la editorial o a mí mismo.
Vaya meses. Se me ha juntado todo, desde el disco duro del portátil que hizo ¡puf!, a un "no parar" de trabajar, o por lo menos de hacer kilómetros (20.000 en abril con mi coche nuevo) y no poder sentarme tranquilamente delante del portátil ya arreglado para contaros.
Pero mira, me alegra comprobar que, de repente, tengo tiempo y algo que contaros. Ya ha salido el libro que llevaba tratando de escribir un año y pico largo. Engañando al editor, engañándome a mí mismo, leyendo, releyendo y corrigiendo y reestructurando hasta conseguir plasmar con letras once historias.
Once historias.
Historias como El pueblo de los mellados, La casa del mal aliento, José, Con los pies en remojo, Que no vuelva, El secreto... Así hasta once.
Once historias nacidas para ser escuchadas y que ha llevado su tiempo y su esfuerzo traducir, pasar a un formato pseudoliterario para poder ser leídas sin estorbos, sin estructuras orales que chirrían a los ojos, sin guiños con mi cuerpo, sin improvisaciones y adaptaciones al momento y al lugar en el que son escuchadas: un móvil que suena, un vaso que cae, una puerta que se abre, alguien que tose...
Frente a esa frescura aparece la tranquilidad. La tranquilidad de leer plácidamente, tumbado o sentado, o de pie; leer y releer, y buscar entre las palabras, en las sombras de los renglones, al final de las frases. Poder disfrutar al ritmo que queramos de estas once historias que poseen algo en común: su voz. Su voz es siempre mayor. La persona protagonista, o la que cuenta la historia son siempre mayores.
El texto de la contraportada pone:
El momento más íntimo de todo viaje es el trayecto de regreso. En él, se van seleccionando con mimo los momentos más especiales: nombres, palabras, aquella calle, una noche de viento, aquella carrera en la lluvia, unos pies descalzos, una mano entrelazada a la tuya; quizá una risa, quizá mil lágrimas, una nube, una luna, una nota en un espejo, una canción que mal sabría perderla... Detalles e instantes de esa vida que nunca volverá a ser aunque pudiéramos regresar.
Yayo y yaya es como llaman en el Levante a los abuelos y abuelas. Yayerías son las historias de sus miradas, las miradas del abuelo y abuela de antes, los del regazo, los del olor a bizcocho, los sin prisa para medir el tiempo. Esa mirada de a quien el viaje se le acaba y quiere que su canción no se olvide.
De la mano del humor, el amor y la vida, con todo lo que ella trae, Yayerías nos sumerge en el lado más humano y cercano de la nostalgia.
Félix Albo nació en el Mediterráneo. Quizá por ello sus historias posean esa mezcla mágica de ironía, fiesta, sarcasmo, diversión, amor y ternura. Escuchar sus historias es confirmar que la vida es bella y que no hay que perder la mirada de niño tan traviesa como inocente. Leer entre sus palabras, dejarse llevar más allá de sus líneas, es descubrir esa defensa a ultranza del disfrute de la vida.
Pues eso. Aquí os dejo la portada y las ganas. Abrazos a capazos camino de Madrid y de allí a Guadalajara.
Más abrazos.
Si no lo encontráis en la librería o biblioteca, podéis preguntar en la editorial o a mí mismo.
¡¡¡¡ FELICITACIONES !!!!
Besos!
"un móvil que suena, un vaso que cae, una puerta que se abre, alguien que tose..." o un perro que aparece en el escenario...
¡Felicitaciones por el libro!
Sonia Muchas gracias. A ver si te animas y te pasas por el maratón, que ahora te queda cerca.
Dyago. Lo del perro que aparece en el escenario justo en el momento en el que yo hablo del lobo de caperucita, no lo olvidare nunca. Apareció y tan pancho, oye.
Abrazos y gracias por las felicitaciones.
Hola a todos desde Guadalajara. Ya tengo el libro y me encanta. Quería conocer si es conveniente/inconveniente tu nuevo libro para contar alguna de sus historieas a niños (5/6 años, aprox). Conté a mi hijo la de "los pies en remojo" y no pestañeó ni una sola vez, mientras me miraba a mis ojos con los suyos brillando. ¿Que te parece Félix? Muhcas gracias y un saludo.
Que ganas de leerlo!!!
ENHORABUENA (y mira que costó ¿eh?)
Hola Félix,
Uhm... te voy a contar una historia que no es un cuento. Érase que se era, una becaria que entró hoy a trabajar en una radio de cuyo nombre no quiere acordarse hasta mañana que entre a trabajar. Resulta que la becaria tuvo muchísima suerte y le tocó llevar este verano la sección de literatura. Nada más saberlo le pusieron 99 pulgas entre las manos a las que alimentar para el próximo martes y, sonriente ella, opina que esas, aunque pase el martes, se quedarán a vivir en su lunita particular.
Si los niños supieran de qué va el mundo, escribirían algo parecido... me encantó leeros!
Anónimo. No creo que haya ningún cuento en mi libro ni en ningún libro que sea contraproducente leer. Sobre todo acompañado de una persona adulta que ayude a aclarar las dudas aunque creo que los textos están llenos de dobles sentidos, ironías y un humor que quizá quede fuera del entendimiento de un niño de cinco años. Sin duda alguna, l oque deja a tu hij sin pestañear no es el cuento; es tu voz, tu entonación y el hecho de que le estés ocntando. No lo dejes de hacer, sean míos o sean de otros, pero creo que gozaría más con autores como Arnold Lobel, por ejemplo. Pero claro, es solo mi opinión.
Gracias de todos modos y me alegra de que a ti te encante.
Ays drili, pronto lo podrás leer, claro y ojalá lo disfrutes.
Y sí, costó. Vaya si costó.
Beatrize. Abrazos. Ya ves, a veces nos llegan las cosas así, de casualidad. Me alegra que te hicieran disfrutar las 99 pulgas. Ya va por la segunda edición. Es un libro dinámico y lleno de pequeñas sorpresas. Detrás de muchas pulgas hay historias grandes como perros enteros, o camellos, o elefantes o...
Espero que tu verano literadiofónico llene tu lunita particular de ratitos únicos.
Ya lo decía Hilario Camacho, volar es para pájaros; extiendo mis alas, miro hacia el cielo y salto.
Por cierto ¿qué tal fue el martes pulgoso?
mi retiro espiritual, q digaaa.. internauta me hace enterarme hoy de tu libro... quiero uno.. claro q lo quiero!! y dedicado por el autor! jeje... Avísame si tienes algo q contar por alicante vale o alrededores vale? ;) Muchos besos.. a montones... :)
que bien felix... me gustarìa mucho leer tus cuentos, tu libro...sabes si llegarà a italia? asì que me pareceria estar con tigo y los demas en la casa de santa cruz escuchandote. un abrazo lindo.
Hola Félix.
Decirte que ya he devorado ávidamente tu libro, y me ha encantado releer ciertos cuentos que había escuchado de tu propia voz en Murcia.
En especial, me ha gustado mucho leer el titulado El pueblo de los mellaos, con ese dentista Pastor.
Y muy gratamente, he tropezado con esa historia/cuento llamada La casa del mal aliento, en la que disfruté mientras la contabas mientras bebía cerveza de a litro ...
En los relatos Con los pies en remojo, y Secretos de familia; me has puesto los pelos de punta. Parecía que estaba recordando a mis abuelos (paterno y materno) ... Me he sentido plenamente identificado con los recuerdos que me quedan de mis abuelos ...
Consiguemelooooooon!
Hola, Félix, ¿cómo puedo hacerme con el libro por una vía fácil?. Un abrazo
Mariano Ibeas
DESDELDESVAN el propio Félix lo ha puesto en la entrada, puedes pedirlo directamente a la editorial (de hecho, yo lo he pedido y todo ha ido bien).
Saludos
SELENA, qué bien desconectar de vez en cuando. De momento, por Alicante..., creo que lo más cercano es algo que tengo en Murcia para octubre, pero te aviso, claro. Quizá tengamos suerte.
ANNA. A Italia no tengo ni idea, pero se hace llegar. Qué alegría saber de ti.
ANTONIO. Sorprendete siempre: Tú y tu Panocha Digital. Me alegra que te hayan gustado los cuentos. Gracias por tu comentario.
MARIANO, creo que en tu librería habitual lo puedes pedir y si no, a la Fnac también llega.
Es muy grato leer los comentarios.
Abrazos.
Estimado Felix, ha sido todo un placer escucharte y haber compartido una velada de las Yayerias, cambiar mi manera de ver la tercera edad, su problematica y hacernos reflexionar los roles en la vida de los habitantes de Villamalea, gracias por tu visita!!! Nos vemos el saábado!!