Perita: Díada


Mi media naranja, mi pareja de baile, la tapa de mi cacerola, mi camarada, mi compañera o compañero, mi amor, mi horizonte, mi santa o santo, mi luz, mi cielo, mi tuerca o tornillo, mi llave o cerradura, mi príncipe o princesa, mi hada, mi latido, mi macumba, mi mujer u hombre, mi anhelo, mi rollo largo, mi colega hasta usar corega, ni novia o novio, mi esclavo o esclava, mi esposa o esposo, mi ex, mi noche, mi día, mi sueño, mi alegría, mi vida, mi yunta, mi alma gemela, mi todo, mi sin ti no soy nada, mi amiga, mi sol, mi luna, mi estrella, mi amapola, mi fresa, mi colacao calentito, mi churri, mi chimichurri, mi ama, mi dueña, mi par, mi trozo, mi mitad, mi fragilidad... 

Uno a lo largo de la vida oye tantas maneras de llamar a esa persona que cada quien busca para caminar... que en una mañana soleada, con los almendros ya en flor y con el alma sonriente se da cuenta de que quizá lo que sobre a todo el párrafo anterior y a la vida en pareja es ese posesivo tan posesivo "mi" y busquemos un "nos" o ni siquiera eso.

díada.

(Del lat. dyas, -ădis, y este del gr. δυάς, -άδος, dualidad, pareja).

1. f. Pareja de dos seres o cosas estrecha y especialmente vinculados entre sí.



Feliz semana, ya la vivas en soledad, o en compañía.

Abrazos

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