Perita: DETENTAR

Clasificamos el vidrio, el papel, plástico y orgánico de nuestras basuras.
Nos quitamos el cinturón, botas, chaquetas, pañuelos en el cuello y sacamos los portátiles de sus fundas en los aeropuertos donde además nos deshacemos de agua, zumo y cremas.
Bajamos nuestra velocidad media en autovías diez kilómetros por hora, y la volvemos a subir.
Rellenamos impresos con información que hemos dado en mil y un sitios. Presentamos fotocopias de aquello que ustedes mismos nos han dado. Certificamos para ustedes documentos que solo ustedes emiten.
Pagamos las bolsas de plástico de nuestra compra en los supermercados. Ahorramos agua en la ducha, en la cocina, en el verano.
Sigue subiendo el agua, la luz y el teléfono y se lo pagamos a unas empresas que utilizan las infraestructuras que ya pagaron nuestros abuelos, padres y que nosotros seguimos pagando. No solo el mantenimiento. 
Cumplimos con los deberes del ciudadano que ustedes imponen y a los que, curiosamente, no están obligados.

Nos levantamos todas las mañanas con ganas de trabajar y con la desesperación de no encontrar dónde. Esperamos que suene nuestro teléfono, que nos llegue un correo solicitándonos nuestros servicios. Y vemos que todo sigue igual. Siguen haciendo falta enchufes, cebollas, leche, tizas, ruedas, cáncamos, pan, teléfonos y casas. 
Están echando a la gente de sus casas para dejarlas vacías. Hay más casas vacías que gente en la calle.

Ya está bien. No señores políticos. Nosotros no lo estamos haciendo mal. No hemos hecho nada mal. 
No hemos elegido la Volvo, ni el Papa de los cristianos, ni la retransmisión de la fórmula uno de Canal 9, ni el aeropuerto de Castellón, ni el de Ciudad Real, ni el novio de la infanta, ni los trajes de Camps, ni las cunetas donde sigue enterrada con absurdo dolor parte de nuestra historia. Nosotros no mantenemos abierta ninguna herida. Lloramos juntos nuestras desgracias. Estamos juntos en nuestras preocupaciones.

Nosotros no nos gastamos más de un millón de euros en las farolas de la zona centro de Elda, ni nos gastamos más de quince millones de euros en cada kilómetro de AVE que luego costará más de 150.000 € al año mantener (cada kilómetro). Nosotros no cerramos Bibliotecas, ni subcontratamos hospitales, ni privatizamos las escuelas. Nosotros no recalificamos terrenos, ni fijamos los intereses bancarios, ni dictamos las normas para acceder a una beca que, mira tú, se paga con nuestro dinero. A nosotros no nos toca la lotería tres años seguidos.

Nosotros no hacemos común la corrupción. Ni hemos hecho por acostumbrar a que el concepto de millón de euros robado/estafado/desviado/malversado/desaparecido suene normal. Nosotros no hemos visto nunca un millón de euros y no creo que lo vayamos a ver.

No señores no. No señoras no. Nosotros no lo estamos haciendo mal.
Nuestro error, simplemente, es dejar que ustedes se mantengan donde están siendo tan pésimos gestores como son.
Nuestro error es simplemente respetar las normas que ustedes van redactando y modificando a su gusto y manera para que cada vez nos cueste más despedir a quien no lo hace mal, encarcelar al que roba, repudiar al que engaña, desterrar al que abusa y se regodea.

El político fraudulento, al que traiciona la confianza de su pueblo, al que enriquece su patrimonio y los de sus familias a costa de el esfuerzo de todo un pueblo, no lo queremos ni en nuestras cárceles, que también las pagamos. 

Que se vayan a la MIR (como cerca). 


Ver conjugación detentar.

(Del lat. detentāre, retener).

1. tr. Retener y ejercer ilegítimamente algún poder o cargo público.

2. tr. Der. Dicho de una persona: Retener lo que manifiestamente no le pertenece.



Feliz semana. La última del año. 

El sábado, perita de despedida, pero mientras... ¿cuál te ha gustado más de las de todo el año? ¿has introducido alguna de las peritas en tu cotidiano?

Aquí las tienes todas:

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