LAS CUATRO ESQUINAS.

Las cuatro esquinas ha sido seleccionado para ser reprentada en la Feria de las Artes Escénicas de Castilla La Mancha

Eso es todo un privilegio, así que mañana, a las 21.00 h. en el primer pase y a las 00.00 h. en el segundo, me subiré al escenario de Teatro Candilejas de Albacete y, con toda la energía que pongo y todas las gasas que llevo, daré forma a estas cuatro esquinas que me tienen tremendamente ilusionado.

Las cuatro esquinas es mi primer espectáculo diseñado para representarse específicamente en Teatros. Es el primero que tiene una dirección realizada por Severiano García, director también y actor principal de Un culo anda suelto, finalista al premio Max Revelavión 2012. Fue un lujo trabajar con él. Tener en cuenta aspectos en los que yo nunca había reparado, ajustarme a los tiempos, potenciar y definir el gesto, las pausas, medir, marcar ritmos, pulir, armonizar... Fue un trabajo a veces cansado, pero eficaz y gratificante. Nunca había ensayado con público y con este espectáculo tuve el privilegio de experimentarlo. Actuar, contar Las cuatro esquinas, y luego escuchar al público directamente, de tú a tú, generar ese intercambio de ideas, sensaciones, que a menudo se da pero con aquellas personas que se atreven y se acercan. Para mí es un lujo cuando ocurre pero en los ensayos con público está establecido así. Y se aprende, vaya si se aprende.

Las cuatro esquinas es el primer espectáculo que lleva una producción teatral. Y qué producción. Las personas que dan forma y manera a Unahoramenos son diligentes, eficientes y atentas. Uno solo se tiene que ocupar de trabajar, que parece lógico, pero en muchas ocasiones no ocurre así. El trabajo, la concentración, el descanso... son herramientas que deberían ser básicas para el trabajo artístico. Gracias chicas: Desirée, Cristina. 
Mario Vega, a la cabeza, un experimentado productor que incluso en estas épocas de fango y mierda, mantiene su ilusión, su apuesta y también sus exigencias. Trabajar con él es otro de los privilegios.

Valentín Rodriguez es mi técnico. Compartir con él kilómetros, vuelos, barcos, asistir a los montajes, ayudar torpemente a los desmontajes, criticar cada actuación durante la cena, reír, sobre todo eso, reír y aprender es todo un regalo. Por cierto, ¿sabes cuántos tipos de almejas hay?. Valentín matiza, ambienta, refleja la emoción a través de un suave, delicado y exacto trabajo de iluminación... Y anda, como brazo de laproducción ,pendiente de que yo no esté pendiente de nada más que de mi trabajo.
Y luego, claro, el espectáculo. Quizá de los más íntimos. Quizá de los que poseen y guardan con celo más implicación emocional. Las cuatro esquinas es un conjunto de recuerdos, sueños y pensamientos ficcionados.


Las Cuatro esquinas es un espectáculo íntimo, único. Consta de dos historias que se desarrollan a lo largo de 90 minutos. Un solo cuerpo, una sola voz. Un derroche de humor desbordante, hilarante, lleno de ironías y sarcasmos y golpes inesperados. Una crítica a muchas cosas, pero sobre todo a la forma de mirar el mundo. Un vaivén surrealista que nos paseará por la infancia de un menor que vive en un reformatorio en la 
época en la que la terapia de integración se hacía a base de medicación.

Un menor, yo mismo, dos amigos, Sánchez y Badajo, un amor, Mari Cruz, y todos los recreos del mundo, con deportes, con conversaciones intelectuales, con sueños y asombros, y con retos iconoclastas.

Una historia rebosante de humor que guarda dentro un kilo y medio de ternura  sin ñoñeces y un final tan sorprendente que es capaz de dejar en silencio durante un instante a toda la sala.

La segunda historia es más reciente. No se refiere a la infancia sino a la época casi actual del personaje, en primera persona. Comenzamos buscando una casa. Una casa antigua, para comprarla y acabo por encontrarla en un pueblo de Soria llamado Zeta.

No es un pueblo cualquiera. Este posee y practica unas costumbres y normas a respetar la mar de curiosas. Un pueblo con siete bares de los que cada noche abren seis. Unas gentes que nos llevarán a vivir un, a veces, kafikiano recorrido sin dejar de ser tremendamente divertido. Así, hasta llegar a la casa donde no dejarán de ocurrir extraños fenómenos y situaciones.

Al día siguiente, conoceremos la historia de esa casa. Una historia que nos dejará, cuanto menos, perplejos, y desde el borde mismo de un abismo, se porducirá un silencio denso tanto dentro de la sala como de cada uno de los espectadores. Un silencio que dará que hablar.

Las cuatro esquinas, sin duda, un hijo del que me siento orgulloso por el resultado, por el proceso, por el espaqcio en el que se desarrolla y en el que se adecúa perfectamente, por la diferente mirada que aporta y sugiere y, sobre todo, por lo que produce en quien lo ve, lo disfruta, por esas sacudidas, por esas risas, por esas miradas de no lo puedo creer y también, claro, por esos silencios.

Ojalá Las cuatro esquinas se mueva por las cuatro esquinas de nuestra península. Las Islas Canarias ya las recorrió a finales del año pasado, con gran satisfacción para el público, desde su estreno en el Teatro Guiniguada en la Capital de Gran Canaria. Hace nada estuvimos en el Pazo da Cultura de Narón, en A Coruña, y en el Teatro Principal de Ourense, en un pase especialmente gratificante.

Si puedes, no te lo pierdas: LAS CUATRO ESQUINAS.


2 comentarios:

    óle, óle y óle. Un éxito Félix, un éxito que tu espectáculo haya sido seleccionado para la feria. ¡Mucha mierda!, amigo.
    Manuel.

     

    Gracias Manuel. El tiempo pasa, pero yo sigo agradecido.

     

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