SAN VICENTE DEL RASPEIG, AlicantE
24 nov 2006
Viernes 24
San Vicente del Raspeig está cerquita de Alicante. La universidad une las dos ciudades.
A San Vicente ya he venido varias veces. Tres o cuatro con Pablo, la ultima sólo. Un lujo siempre. Recuerdo haberlo pasado muy bien con Pablo en una de las sesiones. Siempre habíamos venido a contar a público familiar. Suele ser un público muy agradable y participativo.
Es la primera vez que cuento para sus adultos.
La nueva biblioteca es imponente. Tiene unos grandes ventanales que muestran su interior a la calle. Ya desde fuera te entran ganas de entrar. En las paredes exteriores del edificio hay palabras sueltas a las que no cuesta nada ir uniendo. Palabras importantes, grandes, sonoras, llenas. Por dentro el ambiente es muy cálido: las paredes, el suelo, siempre inclinado, la distribución de los espacios… Invita a la contemplación. Y esa es la impresión que uno se lleva. La gente pasea por la biblioteca contemplando los libros y eligiendo con suma calma y cuidado ése con el que compartiremos esta semana. El espacio infantil y juvenil con recodo para padres, madres y demás acompañantes, lleno de buenos libros fácilmente localizables.
Me quedé impresionado. Me encanta que se haya cambiado a concepción del edificio de las bibliotecas. Y se le de este enfoque que incita a la contemplación calma de cada estante que nos interese.
El personal bibliotecario (majísimo) también está contento. Y se nota. Más carnets, más préstamos, más ganas.
La sesión NUDO entró de trompicón. Ante unas treinta personas estables (por lo menos en cuanto a escuchar se refiere) y otras que andaban en más cosas pero iban y venían. Total un buen grupo de buena gente. Había ganas de escuchar, de dejarse sorprender, de mirar, a veces, con esa cara de “no puedo creer lo que estoy oyendo” seguida de una carcajada. Lo pasamos bien.
Al salir contemplo la fachada de nuevo. Me gusta mucho. Y eso que a mí el hormigón no me va, pero aquí han conseguido que no me moleste.
Felicidades y gracias.
San Vicente del Raspeig está cerquita de Alicante. La universidad une las dos ciudades.
A San Vicente ya he venido varias veces. Tres o cuatro con Pablo, la ultima sólo. Un lujo siempre. Recuerdo haberlo pasado muy bien con Pablo en una de las sesiones. Siempre habíamos venido a contar a público familiar. Suele ser un público muy agradable y participativo.
Es la primera vez que cuento para sus adultos.
La nueva biblioteca es imponente. Tiene unos grandes ventanales que muestran su interior a la calle. Ya desde fuera te entran ganas de entrar. En las paredes exteriores del edificio hay palabras sueltas a las que no cuesta nada ir uniendo. Palabras importantes, grandes, sonoras, llenas. Por dentro el ambiente es muy cálido: las paredes, el suelo, siempre inclinado, la distribución de los espacios… Invita a la contemplación. Y esa es la impresión que uno se lleva. La gente pasea por la biblioteca contemplando los libros y eligiendo con suma calma y cuidado ése con el que compartiremos esta semana. El espacio infantil y juvenil con recodo para padres, madres y demás acompañantes, lleno de buenos libros fácilmente localizables.
Me quedé impresionado. Me encanta que se haya cambiado a concepción del edificio de las bibliotecas. Y se le de este enfoque que incita a la contemplación calma de cada estante que nos interese.
El personal bibliotecario (majísimo) también está contento. Y se nota. Más carnets, más préstamos, más ganas.
La sesión NUDO entró de trompicón. Ante unas treinta personas estables (por lo menos en cuanto a escuchar se refiere) y otras que andaban en más cosas pero iban y venían. Total un buen grupo de buena gente. Había ganas de escuchar, de dejarse sorprender, de mirar, a veces, con esa cara de “no puedo creer lo que estoy oyendo” seguida de una carcajada. Lo pasamos bien.
Al salir contemplo la fachada de nuevo. Me gusta mucho. Y eso que a mí el hormigón no me va, pero aquí han conseguido que no me moleste.
Felicidades y gracias.
Saludos desde el desierto.
Te mandaría fotos pero .. no se puede.
A la vuelta.
Besos
Estuve en el curso del instituto cavanilles por el cefire, y vivo en San Vicente, me hubiera gustado ir a la biblioteca, a ver si en otra ocasión.. saludos