EMIGRANTES, de Shaun Tan
31 ene 2008
Leo en Público
Angulema premia ‘Emigrantes’
El dibujante australiano Shaun Tan ha recibido el Premio al Mejor Álbum del año, en la principal cita del cómic en Europa
Bueno. Qué libro. Qué belleza de libro. Es una novela gráfica donde no hay texto. Una historia preciosa contada con imágenes exclusivamente a lo largo de 130 hermosas páginas. Un libro que lo mismo te sobrecoge que te hace sonreír, las emociones están manifestas en las ilustraciones echas a lápiz y muy realistas con formas, seres y enseres tan extraños como útiles y necesarios.
Un libro que engancha desde la portada, desde las cubiertas, que ya te inivitan a centrar la mirada, a fijarte. Y lo sigue haciendo página a página, dibujo a dibujo. Es la historia de una persona cualquiera, un emigrante anónimo. Nos la cuenta desde el principio, desde que toma la decisión, la despedida, el viaje, la llegada, la ciudad, lo desconocido, los miedos, las dudas, los recuerdos, los sueños, las sorpresas... Todo desde el punto de vista del protagonista.
La asuencia de texto provoca que, buscando, uno se fije más en las ilustraciones. Y encuentra. Allá donde uno mire, encuentra. Shaun Tan crea todo un universo extraño tomando como marco una ciudad: edificios extraños, máquinas extrañas, mascotas extrañas, costumbres extrañas, la comida, el lenguaje... Nos muestra ese especial proceso de recién llegado, desde ese ángulo, desde esa mirada, por lo que la persona que lee siente también distintos procesos emocionales a lo largo de la historia, acercándonos a esa extrañeza ante lo desconocido, y va descubriendo, con el protagonista, los rincones, los usos y los modos de este nuevo paisaje. Y con él se va relajando.
El autor cuenta en la página de la editorial Barbara Fiore que una de las razones fundamentales por las que evitó el texto fue "destacar este principio: el protagonista no puede leer ni comprender nada, así que el lector tampoco debería poder. Además, hay una lógica interna en la que todos los detalles que pueden apreciarse a medida que la historia progresa (cómo funcionan las cosas, etc.) y la ausencia de narrativa escrita parecen invitar a una lectura visual más cercana y mucho más pausada." Y lo consigue, claro. Y en la lectura no puedes evitar volver atrás y buscar un dibujo, un detalle, un gesto.
Un libro que engancha desde la portada, desde las cubiertas, que ya te inivitan a centrar la mirada, a fijarte. Y lo sigue haciendo página a página, dibujo a dibujo. Es la historia de una persona cualquiera, un emigrante anónimo. Nos la cuenta desde el principio, desde que toma la decisión, la despedida, el viaje, la llegada, la ciudad, lo desconocido, los miedos, las dudas, los recuerdos, los sueños, las sorpresas... Todo desde el punto de vista del protagonista.
La asuencia de texto provoca que, buscando, uno se fije más en las ilustraciones. Y encuentra. Allá donde uno mire, encuentra. Shaun Tan crea todo un universo extraño tomando como marco una ciudad: edificios extraños, máquinas extrañas, mascotas extrañas, costumbres extrañas, la comida, el lenguaje... Nos muestra ese especial proceso de recién llegado, desde ese ángulo, desde esa mirada, por lo que la persona que lee siente también distintos procesos emocionales a lo largo de la historia, acercándonos a esa extrañeza ante lo desconocido, y va descubriendo, con el protagonista, los rincones, los usos y los modos de este nuevo paisaje. Y con él se va relajando.
Un libro para leer a la vez, en grupo, aunque sea de dos, para poder comentar, para poder conversar.
Un goce que comparto y me encantaría que disfrutárais.
La página del autor es muy curiosa, por si queréis haceros una idea de su trabajo.
Un libro genial, en serio.
Un goce que comparto y me encantaría que disfrutárais.
La página del autor es muy curiosa, por si queréis haceros una idea de su trabajo.
Un libro genial, en serio.
De verdad que es precioso, surreal, hermoso, y lleno de esa ternura sin cursilería que te deja con buen humor...
Me gusta que nos guste este libro a mucha gente!!
saludos
Me alegra que te guste, j. addams. Yo lo descubrí con El árbol rojo, y ya me dejó sin sangre durante un rato. La cosa perdida, me gustó menos, pero claro, lo leí después del árbol rojo. Y éste tiene ese no se qué tan especial. Saludos. También me alegra.