Barajas

Desde algún millar de kilómetros a éste lado del océano se me encoje el alma con algunos hechos. El no oir hablar en los bares, el taxi, el micro, en la calle, del brutal accidente, me hace buscar en la red a cada poco, algún dato más.

Uno repasa mentalmente quién puede haber cogido ese avión; Gran Canaria es un destino cotidiano y formidable en la narración. Un trayecto que heos hecho muchos, y que hacemos anualmente Pep y Pablo.

Por otro lado saber de esos 22 niños y niñas. Parece que desde que uno tiene un hijo se hace más sensible a la vida en general y a la infancia en particular.

Poco hay que buscar para toparse de bruces con los datos y la crudeza.

Hoy me levanto y leo en uno de mis blogs asiduos (Mangas verdes) ésto que copio y pego porque para qué más. Asombrado e indignado a la par, corroboro que en todas las tragedias siempre hay alguien que aprovecha para mostrar su boca llena de la mierda que lleva dentro. En este caso, el turno es del COI.

Accidente de Barajas: la vergüenza se llama COI

por mmeida el 21 Agosto, 2008, en Canarias, Denuncias, Deportes

No salgo de mi asombro. Llevo todo el día esperando una rectificación del Comité Olímpico Internacional (COI) acerca de la prohibición de lucir crespones en memoria de las víctimas del accidente de ayer en Barajas, pero no, no llega… y creo que no llegará. He estado esperando alguna reacción del Gobierno español, del Comité Olímpico Español (COE), de los atletas o de alguien. Hasta ahora sólo había visto la de la propia ciudadanía española indignada, y ahora veo, al fin, la de nuestros deportistas.

Lo del COI va de mal en peor, y creo que ya va siendo hora de que las organizaciones internacionales de derechos humanos vayan tomando cartas en el asunto: permiten la celebración de unos Juegos Olímpicos en un país que desprecia sus principios; ejerce la peor de las censuras impidiendo a los deportistas narran sus experiencias y expresar sus imprensiones a través de blogs o prensa; y ahora atentan contra el dolor de todo un país impidiendo que sus deportistas manifiesten sus sentimientos con crespones negros.

Sencillamente, increíble. Y grave, muy grave. Una vergüenza.

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