Con esta imagen de la izquierda se encuentran los escolares del centro educativo de mi niño todas las mañanas. El alumnado del centro, el alumnado de un centro de secundaria contiguo, el profesorado de ambos, los padres, madres y tutores legales de lso los menores y los policías locales que tratan de poner orden en las horas de entrada y salida. Lleva ahí desde el curso pasado.

Uno se asoma a la puerta del centro (sólo tiene una) y puede leer desde ahí puesto que la fuente es de un tamaño considerable. El paso de cebra, que la foto no recoge por poco, queda justo a la derecha de la imagen. Este texto estaría sobre él.

El viernes me decidí, después de mucho pensarlo (fíjate) y hablé con la dirección del centro sobre una posible solución. Pau ya reconoce las letras y espero que en breve comience a agruparlas y se pueda adentrar en este mundo genial y enorme de la lectura. Y me imagino que pasará por esa fase fascinante (aunque a veces tediosa) de ir leyéndolo todo. Sinceramente, no me parece que las palabras pintadas en azul, sean para repetirlas diariamente. Y mucho menos el mensaje y la intención. Se harán cargo me dijeron, agradeciendo la comunicación y encontrando más que lógicas mis palabras.

Puedo entender que los padres y madres que diariamente acudimos al colegio nos hayamos dejado llevar por ese "ya lo estarán arreglando" o "alguien lo habrá dicho ya"; o bien estemos dentro de esa corriente social moderna de tú a lo tuyo y así menos problemas; o incluso que la costumbre de lo cotidiano haya hecho que el letrero pase a formar parte del paisaje y ni lo leamos. Hoy, por ejemplo, sería incapaz de aseverar si está o no está y esta mañana pasé delante de él.

Puedo entender que el conjunto de profesionales docentes hayan decidido ocuparse en exclusiva de lo que ocurre dentro del centro. Exclusivamente dentro y suficiente es ya batallar diariamente con el alumnado, padres, madres, y acontecimientos sociopolíticos más la presión profesional (que no es poca) y la situación personal de cada uno de ellos, que les hace poder pertenecer a cada uno de los tres grupos del párrafo anterior.

Desconozco si alguno de los agentes de policía local que cada día regulan el tráfico de coches y personas desde ese mismo paso de cebra, han dado algún parte a la comisaría sobre lo poco correcto y lo mucho contraeducativo (tanto en vocabulario como en actitud) de la pintada.

De lo que sí que me doy cuenta, sumando estos factores a mi propio titubeo de voy o no voy, lo digo o no lo digo (que es lo que en realidad me asombra en lo personal; esta maldita duda "social"), es de lo poco conscientes que somos con frecuencia respecto a las consecuencias educativas de nuestras acciones. Vivimos en la era de la desidia, en la era de escurrir el bulto, en la no asunción de responsabilidades. Y sí, creo que tenemos, y mucha, con respecto a la educación de los niños y niñas, en general, sean nuestros o no. 

Ojalá la pintada desaparezca pronto y, con suerte utópica, la sustituyan por algún verso que celebre la fiesta de la vida en sociedad. 


Y ojalá, de alguna manera, esta generación nueva aprenda a vivir en ella de otra manera y celebren vivirla.

7 comentarios:

    On 15/9/09 11:52 Rose dijo...

    A mí también me asalta esa sensación a menudo, esa culpabilidad por no ser capaz de enfrentarme a ciertos hechos y ciertas actitudes sociales, ese titubeo...
    A ver si os quitan pronto esa pintada. Lo de sustituirlo por versos (una idea preciosa) ya será más difícil.
    Besos.

     

    De acuerdo contigo en cuanto a la desidia y a las pocas ganas de colaborar. Es lamentable que ese letrero siga ahí después de un año, por todo lo que dices, ya sólo queda que alguien por su cuenta coja una brocha y un cubo y acabe con la frase. Por eso, a mí me gusta la moda de hace algún tiempo de dejar que los jóvenes ilustraran artísticamente esos muros en blanco. En fin, la educación está claro que es una batalla cotidiana.
    Un saludo

     
    On 15/9/09 17:13 SALVA dijo...

    Lo q les molesta enseguida lo quitan. Enfrente del CP Reina Sofía de Petrer, exactamente en la pared del poliderpotivo municipal, se hicieron unos grafitis denunciando la situación del país y de los políticos estatales q en aquel momento imperaban su fascismo. Esta pintada fue consentida por el gobierno local de aquel momento, pero como sus "colegas" de la oposición no les gustó, ya q iba en contra de los atropellos q en aquel momento realizaban, patalearon como energúmenos hasta q censuraron aquello q no les interesó. La censura fue realizada por el gobierno local de "izquierdas" para tapar los abusos de poder del gobierno central de extrema derecha. Tiene narices la cosa. Debemos denunciar este tipo de situaciones, aunque no nos hagan caso, pero q nadie nos calle. Ánimo Félix.

     

    No resulta cotidiano ni frecuente, pero cuando me lo descubro me da mucha rabia, Rose. Creo que no me viene nada bien, ni a mí, ni al mundo que habito, este entorno que me rodea cercano, tanto como uno quiera. Y sí, com obien dices Arruillo es una tarea cotidiana, y quizá lo más sencillo sea eso, tomar un bote de pintura y pintar, pero... darle una oportunidad al proceso normal no está de más. Creo que si se tapa y ya, quizá pase tan inadvertido como el propio letrero en sí pero si se llama la atención sobre este, quizá se esté más pendiente y, en el presumible caso de que vuelva a suceder, se esté má alerta y la respuesta sea más rápida.

    Está claro Salva que si resultara contraproducente en algo de su interés ya no estaría ahí, pero la desidia llega hasta tal punto que creo que ni eso.

    De momento el letrero sigue ilustrando el cotidiano de, imagino que rondarán, los mil escolares que ya cada día van a sus respectivos centros educativos. Paciencia.

    Salud y gracias por los comentarios.

     
    On 17/9/09 21:48 pilar dijo...

    Creo que lo damos todo por bueno, vemos algo que no nos gusta, que nos sorprende (para mal), que insulta o humilla a cualquiera y lo damos como bueno. Nos decimos a nosotros mismos "que poca vergüenza" y con eso nos sobra. Te felicito por ir a pedir que la borren, espero que te hagan caso aunque me voy a dar el lujo de dudarlo. Un saludo!!

     
    On 22/9/09 12:57 Titiriti dijo...

    Quizás la solución sea coger un cubo de pintura y darle una mano blanca y luego escribir en él algo que te guste, que le encantará al Pau para cuando agrupe las letras, a él y al resto de escolares.
    ¿El peligro? que te pillen y que luego tengas problemas, que seguro que ocurre.
    Hay tantas veces que reaccionamos tan tarde.

    Me estoy poniendo al día, ya sabes.

     

    Sí Pilar, es una sensación extraña, pero ocurre. Miramos, juzgamos (a veces ni eso, solo apartamos la mirada) pero no actuamos, Es una actitud general, social y, a mi parecer, preocupante.

    Quizá sea esa la solución Titiriti. Ya lo dice la canción de Escorzo.

    ieeeeeeeeeeeeeeee pinta la pared, coge la brocha gorda y la lata de pintura y pinta la pared de color verde aceituna.
    ieeeeeeeeeeeeeeee pinta la pared, coge la brocha gorda y la lata de pintura y pinta por debajo con el blanco de la luna.

    Pero aún así prefiero esperar. Siempre estamos a tiempo de pintar.

    Gracias por los comentarios

     

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