Esta mañana, al salir de casa nos hemos topado con esta imagen.


- Un conejo papi.


Y era verdad, un conejo de considerables dimensiones había tapado el sol, auspiciado por una garza que con su pico le empujaba tímidamente.


Y desde ese momento la conversación ha ido por esos derroteros. Que por qué empujaba la garza al conejo; que si eran amigos; que hacia qué o quién o dónde le empujaba; que por qué el conejo no quería ir...
Al final, después de no mucho discutir, hemos llegado a la conclusión de que el conejo, dotado de una timidez sorprendente, se encuentra en un brete y se lo ha consultado a distintos animales para salir de él (del brete, claro), para avanzar y todos, dependiendo de sus cualidades y personalidad, le aconsejan y animan.


Y ahí estoy, toda la mañana con el dichoso conejo en la cabeza. Si sale algo lo colgaré en el blog, pero de momento os dejo con la imagen, que nos ha regalado un bonito viaje de ida al cole y, no os voy a engañar, de vuelta a casa.


Feliz otoño.

3 comentarios:

    On 23/9/09 14:17 Rose dijo...

    ¡Qué maravilla de imágen! Y qué maravilla de momento, de esos que cada vez que los evocas te llevan de nuevo a las nubes. Seguro que hoy llevarás el conejo por sombrero durante todo el día...
    Buen día.

     
    On 23/9/09 16:47 Susana dijo...

    Desde luego la imagen se las trae, sí. Y si sale historia, fijo que merece la pena leerla.

    Abrazos pretos.

     

    Lo cual demuestra lo fácil que es sacarle provecho a lo más inesperado, si la mente y el espíritu está en ello.
    A veces sucede que cuando miras la imagen que has captado con la cámara,que ni la garza, ni el conejo se les ve por ningún lado. ¡Magia potagia!
    Un saludo

     

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