BDLE: Cosita Linda

En mi biblioteca, esta semana comentamos este lindo libro, y la semana que viene otro, y a la otra, otro, y...


escribe e ilustra Anthony Browne
traduce Teresa Mlawer
edita Fondo de Cultura Económica en el 2008
isbn: 978.968.16.8578.2

comentado por Félix Albo

Siempre que cae un libro de Anthony Browne en las manos de uno, se debe predisponer a la sorpresa. Siempre a la grata sorpresa. La predisposición es buena, prepararse a buscar, leer en las imágenes para ampliar todo aquello que nos suele exponer en sus exactos textos.

Cosita Linda es un libro editado en un formato mayor que el de costumbre. Una portada que nos muestra la cara de un enorme gorila, que de una manera tierna, mira hacia un gatito que para sobre su cabeza. Si al ver la portada, te ha transmitido una sensación de ternura, no nadas por mal camino. Las guardas y contraguardas, llenas de flores, esas que tanto le gustan a este genial ilustrador. Ese papel pintado que ha decorado las salitas de estar de nuestras tías mayores. Luego en la siguiente página blanca, el título con letras grandes, una rosa blanca, y en el centro de la rosa, a modo de centro de pétalos, la cara del gato que hay que buscar con detenimiento. 

Pasamos y sobre una página verde, los créditos, y en la siguiente blanca, de nuevo el título y una rosa roja invertida respecto a la anterior, aunque guarda camuflado en su centro, esta vez, al gorila.

Arranca la historia con un gorila inmenso, serio, sentado sobre un sofá floreado, casi tanto como el papel de la habitación. En el brazo del sofá una hambuguesa. En su mano derecha, el mando de un televisor al que mira con detenimiento aburrido. No estamos ante un gorila normal. Se ve y nos lo dice el texto. Es un gorila que sabe comunicarse por señas.

La editorial, en su reseña nos dice que el libro está basado en la historia de Kokó, un gorila al que enseñaron a comunicarse en una universidad y que... Además ahora en la tele bombardean con una película que me recordó mucho al libro, por lo menos al comienzo, claro.

Bueno, nuestro gorila tiene todo (lo que un humano puede desear) pero está triste. Una tristeza a doble página.
Yo quiero amigo, comunica el gorila con tres gestos, simples y explícitos. Y después de mucho pensar sus cuidadores, decide hacer llegar a nuestro gorila a una pequeña gata llamada Linda.

No te la  comas, es la consigna. Y desde luego que no lo hizo. A través de una serie de ilustraciones y poco, muy poco texto, somos partícipes de cómo se entrelaza una tremenda de relación de cariño y amistad entre ambos animales y también de cómo la ternura que rebosa desde el gorila nos va invadiendo.

Un día el gorila se enfada, se enfurece hacia una película, y lo manifiesta con un acto violento. Es más que impresionante observar cómo el autor e ilustrador carga de fuerza este aspecto. 

Los cuidadores llegan asustados y... bueno, ya sabéis, el final está en el libro.

Este es un libro que no merece la pena contar, como la mayoría. Este es un libro para vivirlo.

Un libro para mirar más que para leer. Un libro para observar, buscar en las sombras, en los reflejos, entre las flores, en los colores que invaden, que juegan, que se ausentan, en los homenajes que acostumbra a hacer el autor al arte clásico, en los gestos, en los rostros, en cada detalle.... Un libro para aprovechar su gran formato y deleitarse en sus páginas descubriendo el siempre amplio universo que Anthony enmarca en sus libros.

Una historia sencilla, cómica, tierna, directa que se hace inmensa e intensa gracias a la ilustración. Hay que agradecer esta excelente edición.

Una historia para disfrutar desde bien pequeñitos. ¿O no?

Feliz lectura. Feliz verano.

P.D.: La semana que viene leeremos un clásico: El secuestro de la bibliotecaria. Solo diré que es 
di ver ti dí si mo. Corre a buscarlo.

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