Ciento una entradas

Supero, con ésta, las cien entradas en este año 2009. Cien entradas que, desde luego, no coincide con las cosas que quería contar, ni con las cosas que he pensado en contar. Ésas son muchas más, pero claro, uno las piensa mientras va en el coche, principalmente, entre cuento y cuento, o tras una larga conversación de teléfono, o después de un capítulo interesante, o en la cama de un hotel, o en la propia, o... Pero, a veces por suerte o no, uno no siempre tiene a mano el ordenador, o las ganas, o las palabras, o el ánimo y decide cambiar de tema, o cambiar de postura y tratar de dormir hacia el otro lado, o levantarse a regar el laurel o echarle de comer a Señor, mi gato gris, o pasar la página, o continuar con el abrazo, o echarse a llorar, o a reír, o marcar un número de teléfono y no al azar, o colgar, o conformarse con un ¡genial! luego lo escribo. Y ahí queda, a veces en el olvido, como... ays, no me acuerdo. Y otras no, como hablar de Guadalajara y su maratón este año, o del robo de la noche a Munera, o Brujas de Dalh que ando leyendo esta semana, o una nueva categoría en el blog a modo de anecdotario donde contar lo del Bar Baza, o el mercadona.

Aún así, he superado este año las cien entradas. Cien entradas en las que, de alguna manera, quedan reflejados a pinceladas algunos retazos de mi vida, de mis pareceres, de mis padeceres, de mis soñares, de mis pesares, de mis pensares y, sobre todo de mis alegrías.

Me queda. Me queda mucho por aprender, y tratar de armonizar las fotos y los textos; buscar esa periodicidad y constancia que necesita un blog; me queda encontrar las palabras justas y precisas para no solo plasmar lo que quiero plasmar, que ya es todo un reto cada vez, sino aprender y avanzar con cada idea, con cada post; me queda sentarme con calma y tomarme mi tiempo sin límite para darle forma a todo ese revoltijo que recorre los adentros y tiene ganas de brotar, pero no hay manera, no hay tiempo; me queda leer, leer más blogs, de los buenos, y aprender, fijarme y aprender a escribir correctamente; me queda... puf lo que me queda.

Me queda calma, tiempo y palabras porque las ganas están. Me quedan tres más para superar ese fructífero 2007 y cinco meses de éste para contar todo aquello que me queda por vivir, escuchar, decir y, al fin y al cabo, compartir.

Aún así estoy contento de haber llegado a estos cien. No es importante la cantidad, pero creo que desde aquel primer post que rezaba El primero , un cinco de mayo de hace tres años, las teclas y el tiempo ha dado para ir madurando, para ir dotando mínimamente de personalidad este blog que, a veces, convierto en una responsabilidad, como las peritas, o las lunas, junto al de la Biblioteca de los elefantes donde feliz, cada lunes me entrego a un álbum de los que me apasionan. Noto cierta diferencia en la manera de bailar mis dedos sobre las teclas blancas de este ordenador, aunque me pise mucho, pierda el ritmo o, por inercia y sin que me de cuenta, de repente me descubra bailando como un pasmarote. 

Aún así, reconozco que me gusta poner a bailar los dedos sobre el teclado. Me gusta la música del teclado, me gusta elegir aquello que quiero contar y darle forma. Me gusta esto del blog. Me gusta también y mucho leer comentarios y andar pendiente. En varios blogs hay una especie de dibujo que pone "este blog se alimenta de tus comentarios", y es verdad, éste  también. Los comentarios son, no un señuelo de que hay gente que lee lo que vas  publicando, los comentarios son mucho más: son una manera de comunicar, a veces son una conversación hilada a los post, a veces son una sorpresa, gente que no esperas, que desconoces, que pasaba por aquí... Siempre son, sobre todo, una alegría así que gracias.

Así que me dispongo a seguir manteniendo vivo este blog y espero que las personas que lo leéis periódicamente, puntualmente u ocasionalmente, os animéis a compartir y dejar vuestras palabras.

¡Salud!

P.D.: Hay veces que no me aclaro con los botones de guardar como borrador o publicar entrada, y mira que está clarito, pero la torpeza de uno, o las prisas, o el qué se yo, hace que cometa errores como hoy que publiqué sin terminar este mismo post. Ahora ya está terminado, creo. ;o)

5 comentarios:

    Yo solo me arrepiento de no poder ir a ver o escuchar tus cuentos... ojala alguna cercanía me diera esa oportunidad de nuevo, sigue con las palabras las palabras mágicas que cuentas y que a todos nos sorprenden, palabras que nos hacen por lo menos en mi persona entrar en mundos mágicos.
    Enhorabuena por el número de comentarios. Un saludo de un orihuelano.

     
    On 23/7/09 00:02 Susana dijo...

    Pues si quieres mi opinión, sólo te diré una cosa: ojalá escribiese la mitad de interesante de lo que tú lo haces. Leyéndote puedo sentir la emoción, las palabras, los silencios....

    Espero verte un día en acción. Tal vez vengas por Zaragoza y entonces....

    Entretanto, abrazos gordos.

    Ah, por cierto! Enhorabuena por el número redondo.

     
    On 23/7/09 08:43 Rose dijo...

    Enhorabuena.
    Yo espero poder seguir leyéndote. ¿Periodicidad y constancia? No, no creo que eso sea esencial. Hay ocasiones en que uno siente la necesidad de analizar su vida, la de lo demás, o la vida en general, y hay ocasiones en que uno está enfrascado en vivirla, y no siente la necesidad de plasmarla....
    A mí también me gustaría poder escucharte, así que intentaré estar al tanto si alguna vez vienes por Bizkaia.
    Besos.

     

    Madre, cuánto deleite sin plegar en vuestros comentarios. Muchas gracias. Siempre anima, desde luego y, en este caso con fuerza, a seguir en ello.

    Antonio, el viernes 31 cuento en Alicante, en San Juan playa, tampoco te pilla tan lejos, hombre, que si no te tendrás que esperar como poco a octubre que igual marcho por Murcia.

    Susana, espero ir por Zaragoza, lo paso tan bien cada vez que voy que ganas siempre hay, igual que más al norte, Rose.

    No creo que el mérito sea mío, Susana, éste del blog, si acaso de aquello que la vida me pone a disposición, de los recursos con los que cuento y la suerte que desde chiquito, me acompaña, de la buena, claro, aunque a veces se quede rezagada en una sombra, y bien que hace. Aunque mi madre siempre dijo que si yo lo hacía cualquiera lo podía hacer, y razón tiene la mujer.

    Ser afortunado es un lujo en este mundo, pero saberse afortunado es aún mayor, sobre todo porque te ayuda a disfrutarlo y en eso andamos, disfrutando, a estilo mediterráneo que tanto proclamo y defiendo y comparto. La vida, la de cada uno, es lo que cada persona pasa cada día, cada momento y eso es único e intransferible, y tan especial como lo queramos hacer.

    Salud y gracias por los comentarios. Gracias, dejadme que insista.

     

    Me uno a las felicitaciones, porque estar pendiente de esta tarea siempre cuesta, dado que las ocupaciones que nos traemos entre manos, siempre nos llevan de aquí para allá. Comparto contigo tu sentir hacia el mundo bloguero, aunque a la hora de afrontar su desarrollo, cada cual tenemos una manera de hacerlo, y eso los enriquece. Si alguna vez vienes por Sevilla, avísame, me gustaría conocer tu hacer en directo.
    Un saludo

     

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