Si hay algo que bordaba el festival de Segovia era el seguimiento que se le hacía desde uno de los periódicos locales. Desde no sé muy bien qué año, El norte de Castilla, presentaba una crítica a cada una de las sesiones del festival. A. Arribas, el periodista que firmaba los artículos, era una persona con un criterio firme y experimentado a través del cual analizaba cada uno de los trabajos que mis compañeros y yo mismo presentábamos con gusto e ilusión ante el público segoviano. En la crítica hablaba, tanto de lo que le gustaba como de lo que no y eso era loable. Es más, me atrevería a decir, que el señor Arribas, a quien me hubiera encantado conocer este año y agradecerle, no mi crítica que cierto es que fue buena, sino el trabajo que realizaba era bueno para mi oficio y me había permitido seguir con cierta proximidad y con absoluta fidelidad el festival del año pasado. Pero no ha podido ser. Este año, la dirección del periódico ha decidido sorprendentemente, desestimar el buen hacer del señor Arribas y dejar al periódico y con él a sus lectores de una sección creo que única en la prensa española. Leyendo algún comentario en su blog y escuchando algún comentario hecho por algún espectador del evento, me hago una idea, no sé si errónea, de que esto responde a una actitud de protesta política difícil de entender para mí, no por mi carácter mediterráneo, ni por no ser afortunado habitante de esta bella ciudad, sino porque siempre creí que la información era independiente y estaba por encima de la política. De hecho aún lo pienso, creo que el buen periodismo está al servicio de sus lectores y lectoras, del pueblo y no de los políticos que los gobiernan ni de las tendencias. Aunque bien es cierto que cada vez es más difícil encontrar este respeto a la ética en la profesión.


Por suerte, no todos reaccionan de la misma manera y este año, El adelantado, haciendo honor a su nombre, ha tomado el relevo, que ni siquiera recibió en mano sino que el primero lanzó sorprendentemente al suelo. El adelantado no ha tenido problema, es más, creo que lo ha hecho con gusto y cada noche envía a uno de sus periodistas a cubrir el evento. Bien es cierto que falta el recorrido y la experiencia que como espectador de narración oral tenía el señor arribas y por ello, particularmente yo, sigo echando de menos sus letras, pero el hecho de que dediquen un amplio artículo a desgranar nuestro trabajo me parece muy importante y resaltable y he de agradecerlo (Gracias señores de El adelantado, gracias Marina) con la ilusión de que no sea algo pasajero como lo ha sido en el Norte de Castilla.

En mi caso, parece que la profesional cubrió el evento con gusto, que es una forma muy mediterránea de cubrir. Feliz, leo esta mañana el artículo que a continuación pego y marcho seguidito hacia Zamora a contar en breve a niños y niñas y pro la noche a adultos también.


CULTURA

Félix Albo consiguió seducir al público en la segunda noche del Festival de Narradores Orales
Los asistentes pasaron de la risa a la emoción en una noche para el recuerdo

MARINA G. ARRANZ - Segovia




14-1coli(1).jpgLa expresión "quedarse en blanco" seguro que resulta desconocida para Félix Albo. Este mediterráneo, que tiene por oficio contar historias, consiguió abarrotar en la noche del martes el patio de la Casa de Andrés Laguna en la segunda jornada del Festival de Narradores Orales. Durante casi dos horas, el monologuista hizo disfrutar a niños y jóvenes, adultos y mayores allí congregados, con tres historias, aparentemente sin relación entre sí, que acabaron cerrando el círculo y convirtiéndose en una sola.
Para romper el hielo, Albo comenzó su intervención con lo que él mismo denominó "disociación mental", es decir, una serie de juegos que pretendían poner a prueba la agilidad y coordinación de los asistentes, que no pudieron más que romper en carcajadas al comprobar su propia torpeza. Desde ese preciso instante se creó un vínculo cómplice entre el narrador y sus oyentes, que no se rompió hasta el final de la noche, cuando este maestro de la palabra se despidió entre aplausos del encantado público, que incluso había permanecido de pie o sentado en el suelo ante la falta de asientos.
La comicidad de las historias, contadas siempre en primera persona, era evidente y las risas prácticamente constantes. Una noche de borrachera en un pequeño pueblo de Soria, una amable anciana que sólo sabía cocinar tortilla de queso, un extraño tic que obligaba al narrador a agitar su brazo izquierdo cada vez que se ponía nervioso… fueron sólo algunas de las aventuras que los asistentes escuchaban con gran atención y con una sonrisa siempre en los labios. La agilidad verbal de Albo dejó asombrados hasta a los más exigentes. Y es que sin apenas una pausa para respirar, el monologuista hilaba los acontecimientos, sin olvidar ni un solo detalle, logrando que el público se metiera plenamente en la historia, olvidara que se encontraba en la antigua Judería de Segovia y pasara a acompañarle en todas sus peripecias. Incluso fue capaz de incorporar a su relato las interrupciones de los teléfonos móviles.
Cuando el cuento ya no podía resultar más grotesco y el final resultaba imprevisible, el narrador cambiaba absolutamente de registro: del monólogo cómico pasaba en un solo segundo a la narración novelesca más sentida, que conseguía conmover a los asistentes. Las risotadas fueron sustituidas por el más absoluto silencio y donde había algarabía se pudo vislumbrar algo de tristeza. Historias de amor, muerte, dolor y guerra ponían la guinda a aquello que parecía que iba a terminar de la forma más humorística posible.
Estos cambios no hicieron más que añadir encanto a una noche donde los televisores de las casas se cambiaron, por una vez, por la magia de la narración en directo, de la que los segovianos podrán seguir disfrutando cada día y hasta el próximo domingo, a partir de las diez de la noche.




pie de foto Albo narró ayer por la tarde cuentos para los más pequeños en el Jardín Botánico / Fernando Peñalosa

5 comentarios:

    On 9/7/09 09:36 Unknown dijo...

    que envidia de segovianos, que tuvieron ese inmenso placer, que es escucharte y conocerte.
    besos, nos leemos.
    sole

     

    Tienes toda la razón, leyendo el artículo se nota que el que lo escribe no ha ido a muchos cuentacuentos antes: confunde lo que es un narrador con un monologuista, que se parecen pero que no son lo mismo.
    Veo que Yayerías sigue emocionando y divirtiendo a la vez, qué gusto.

     

    Yayerías anda tomando una fuerza tremenda, de verdad. Contar en Segovia fue un lujo de los grandes, el espacio, la luna, el público y Yayerías, formaron un equipo de los grandes. A veces se podía tocar el silencio como si fuera una tela de araña. Una sensación única y genial. Gracias Sole, nos leemos, claro. Gracias Carmen, espero que Mariana tenga ocasión de acudir y disfrutar como parece que lo hizo, del resto de contadas del festival de Segovia. Ojalá se convierta en una espectadora asidua a disfrutar de escuchar, aunque sean cuentos.

     

    Hola, Félix:

    Soy "el señor Arribas", aunque de señor tenga poco por el porte y por la edad. Te agradezco enormemente tus palabras y lamento no haber podido asistir a tu sesión, aunque fuera "de paisano".
    Este año el periódico prefirió no encargarme el seguimiento del festival, y no tuve la oportunidad de escribir sobre ello. Espero sinceramente que la situación cambie en los próximos años.
    Hablé con gente que asistió y salió encantada con tus narraciones, así que enhorabuena.
    Y lo dicho, gracias por la referencia.
    Saludos.
    Alfonso Arribas

     

    Alfonso, espero, como tú, que el año que viene se solucione y puedas asistir como profesional de la información a las sesiones. Se te ha echado de menos. Y no solo yo, te lo aseguro.

    No es la primera vez en la que hago referencia en mi blog a tu trabajo y verbalmente han sido y serán más.

    El la entrada del 11 de mayo: la buena prensa, también te pongo como buen ejemplo ya que lo que venías haciendo creo que se daba en muy pocos lugares y lo veo tan necesario. La crítica nos hace crecer, pero la aparición en prensa nos hace ser un poquito en este mundo mediático de tanto ruido y tanta cacerolada.

    Gracias por acercarte por este blog y animarte a escribir. Te mando un abrazo con la esperanza de que algún día podamos coincidir y conocernos.

     

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