La buena prensa
20 may 2009
Igual que el otro día hablaba de la mala prensa, siempre bajo mi criterio, hoy me llega de la mano de Pep Bruno este artículo que habla sobre una de las noches más eróticas de Las Palmas de Gran Canaria. Éste es de Canarias al Día , pero Pep me manda otro de un blog personal que también se puede leer. Esto hace oficio. Feliz miércoles.
EL IV ITINERARIO DE NARRACIÓN ORAL DE LAS PALMAS DE GRAN CANARIA LLENA DE SENSUALIDAD LAS CALLES DE VEGUETA
Miguel Pérez Castellano. Las Palmas de Gran Canaria
José Manuel Garzón recita sus cuentos picantes ante más de un centenar de asistentes al Circuito de Cuentos Eróticos de Vegueta, celebrado el viernes 8 de mayo. / Quique Curbelo
"Lo que me gusta de tu cuerpo es el sexo./Lo que me gusta de tu sexo es la boca./Lo que me gusta de tu boca es la lengua./Lo que me gusta de tu lengua es la palabra", con este poema de Julio Cortazar se define la sensualidad hecha palabra en forma de cuento erótico.
La Luna llena, como oyente de excepción, permaneció atenta desde lo más alto a los dioses griegos, brujas enamoradas, gatos libidinosos y curas sedientos de sexo que pulularon por el casco antiguo de la capital grancanaria, la noche del viernes 8, a través de las historias en las que moraban.
El Circuito de Cuentos Eróticos que organizó por cuarto año consecutivo la Biblioteca Insular de Las Palmas de Gran Canaria, contó con cinco escritores llegados de diferentes partes de España.
La canaria María Buenadicha fue la encargada de comenzar el itinerario con sus cuentos místicos, llenos de sensualidad. “Prueben a echar un puñado de orégano en la bañera junto a su pareja”: así rezaba Abrujalea, experta en todas las capacidades afrodisíacas de plantas, frutas y animales. Protagonista de una de las historias de María.
Las musas más sensuales incitaron a los transeúntes a unirse al recorrido erótico. / M.P.Castellano |
La banda de música Dixland-Jazz guió y amenizó el recorrido desde un punto a otro, ayudada por cuatro bellas musas que animaban a los transeúntes a proseguir con ellas el curioso paseo del erotismo.
Cristina Verbena obsequió a los presentes con un recital de poemas traídos de diferentes lugares del planeta, como los Landais, poemas cortos escritos por las mujeres afganas, “Ven y sé una flor en mi pecho./ Para poder regarte por la mañana./ Con una explosión de risa", es un ejemplo de la universalidad del erotísmo, según la autora. A su vez, susurró sus cuentos llenos de pasión y amor.
La calle Mendizabal fue testigo de la curiosa adaptación de un clásico como Caperucita Roja, llevado a cabo por Magda Labarga, quien presentó "con los reflejos del fuego en la piel desnuda", a la famosa protagonista. Las historias de la escritora madrileña hablaban de sexo, pero también de la felicidad y el optimismo.
Pep Bruno, hizo reir y sonrojar a más de un oyente con sus relatos y canciones picantes. A través de su humor puso el punto cómico a la noche. Con sus cuentos expresivos y sin complejos llevó a los presentes al antiguo Imperio Árabe aunque con una visión alejada de las típicas Mil y una noches.
La música sonó por última vez con José Manuel Garzón. El escritor narró historias pícaras y llenas de dobles sentidos de diferentes épocas, desde el siglo XVI hasta la actualidad, acompañándolas con canciones típicas de su Elche natal.
Así cerraba una noche de magia, sensualidad y literatura que hizo las delicias de las varias decenas de capitalinos que decidieron pasear bajo la Luna llena por las empedradas callejuelas de Vegueta, siguiendo el embrujo del erotismo.
Y para terminar de una forma adecuada al tema, nada mejor que una adivinanza que contó el escritor Pep Bruno. “Con la punta apunta, con el culo aprieta y, con lo que le cuelga, tapa la grieta". Piensen… y ante todo, no sean mal pensados.