AEDA

El viernes tenía una cita muy importante en Azuqueca de Henares. Se iba a fundar AEDA, la Asociación de profesionales de la Narración Oral. Una idea que lleva rondando a muchos desde hace años, a mí,especialmente tres, y que desde agosto del recientemente pasado año se tomó en serio gestar. Desde ese mes, viajes, llamadas y mensajes de correo electrónico fueron dando forma a los estatutos y documento marco de aquella idea. Tras la convocatoria general, la recepción de solicitudes, la comprobación de los requisitos, vino la cita de la fundación.

Desde Alicante salíamos dos, Mario y yo. Cada uno en su coche por no poder ajustar los horarios de vuelta a gusto de ambos. Quedamos en las bodegas BOCOPA, Elda, para comprar un par de Marina Espumante. Elda estaba nevada. Creo que en los veinte años de mi vida en la provincia, nunca había visto nieve cuajada en los muros del castillo de Petrer. La nieve en Elda, Petrer, Sax y Villena nos anunciaba lo que iba a venir. Pero no tanto.

Primero dos horas parados porque una quitanieves se había quedado atravesada en la carretera. Vimos llegar con alegría una macrogrúa de camiones. Después cinco, y digo cinco horas con sus sesenta minutos cada una de ellas, parados por un accidente múltiple y porque la quitanieves (recién sacada del arcén/calzada y reincorporada a la circulación) se quedó entrampada en la fila de coches que se iban acumulando en el atasco. Un caos que aproveché para escribir un cuento, dormitar, disfrutar de la ventisca, orinar en un bote de comida de peces (la ventisca me hubiera puesto perdido), comer pipas, hablar con unos de un audi que quedó al lado y no tenía cadenas, poner mis cadenas, ver cómo asombrosamente se acumulaba mediometro de nieve alrededor de mi coche y de todos, quedarme sin batería en el móvil, en el portátil, leerme los estatutos de la asociación varias veces, señalar, anotar propuestas, pensar en comer en La Almarcha, en La Gineta, en Albacete, en Villar de Chinchilla...


Cuando se reestableció el tráfico, tras empujar a los siete coches cercanos para dejar pasar a la quitanieves y volverlos a empujar para hacerlos llegar al camino que había despejado esta, Mario y yo comimos un bocadillo delicioso en Bonete que fue el primer pueblo que pillamos. Salimos a las 10.30 de Villena. Comiendo el bocadillo eran las 17.30. No me preguntéis cómo pero invertimos siete horas en hacer 69 kilómetros. Mario se volvió porque la reunión era a las 16.30. Yo seguí porque, para aprovechar el viaje, me había preparado dos citas el sábado.


Seguí a 40 kilómetros por hora, a 60, en La Gineta pude ver otro accidente múltiple, pero en sentido contrario que ya estaba acumulando coches. A las 21.30 h., doce horas después de mi partida desde casa, hacía entrada en la sala de reuniones, donde acababan de terminar y ya estaban brindando por la fundación de AEDA. Tal fue la alegría que ni me importó que Pep Bruno llamara Champín al Marina Espumante.

Un lujo de abrazos, ganas, emoción, besos y risas. Después una cena calma y caliente y a dormir.

Los objetivos reflejados inicialmente en los estatutos son:

-Promocionar, mejorar y difundir la narración oral en cualquiera de las lenguas habladas dentro de las distintas comunidades lingüísticas de España.
- Dar visibilidad al oficio y buscar una voz común.
- Impulsar la recopilación y elaboración de documentos sobre el oficio de narrar.
-Crear ámbitos de reflexión e investigación sobre el oficio y favorecer la formación de profesionales de la narración.
- Mantener relaciones de colaboración e interlocución con otras disciplinas escénicas, festivales, circuitos, publicaciones, medios de comunicación y otros colectivos (universidades, profesionales de la investigación y de la literatura...).
- Divulgar e informar sobre cuestiones relativas a la actividad profesional de la narración oral y a sus condiciones de trabajo.
-Dignificar, prestigiar y mejorar la imagen de la palabra viva y sus profesionales.
Como no pude participar en las votaciones, me colocaron un cargo, de manera que la primera junta directiva de AEDA está formada por : Presidenta: Virginia Imaz; Vicepresienta: Ana Griott; Secretario: Félix Albo; Tesorera: Carmen Fernández (Légolas); Vocales: Carlos Alba y Cristina Verbena. El resto de socios y socias, hasta la siguiente convocatoria son: Pep Bruno, Mercedes Carrión, Iñaki Carretero,  Soledad Felloza, Carles García (Zarándula), Victoria Gullón, Eugenia Manzanera, Ana Rodríguez, Inma Ruiz, Ignacio Sanz, Mario S. Caballero y Charo Pita.

De manera que somos 5 personas de la Comunidad de Madrid, 3 de Euskadi y 3 de la Comunitat Valenciana, dos de Galicia y una respectivamente de Asturies, Aragón, Castilla La Mancha, Castilla y León y La Rioja.


Un lujo.  Ahora seguimos trabajando, con ganas, que se nota, con ilusión y tratando de ajustar las necesidades para que no solo beneficie a las personas asociadas, sino que sea bueno para el oficio y, por extensión, para las personas que disfrutan escuchando los cuentos y para la cultura.


2 comentarios:

    On 13/1/10 09:51 Juan dijo...

    Pues quiero daros la enhorabuena por la consolidación del proyecto. Me parece curioso el nombre, aunque supongo que tendrá un significado tras las siglas, me quedo con la impresión de aéreo que me trasmite y eso, me parece muy bonito , dado el carácter volátil y transmisor de la palabra y la comunicación oral. En fin, me gusta la idea, solo espero que tengáis en cuenta también la opinión de los bibliotecarios, creo que algo sabemos del asunto.

     
    On 26/1/10 12:15 Juan dijo...

    En mi anterior comentario resaltaba el curioso nombre que habéis elegido para la asociación y me refería a las "siglas", creo que quedé fatal ahora que se el significado del nombre: narrador o contador de historias, aunque tampoco anduvisteis muy finos vosotros al escribirlo en mayúsculas de forma administrativa. Bueno, lo dicho, que me alegro mucho y espero sea para bien, mucho más después de hablar con algunos de vosotros y ver la ilusión que tenéis con el empeño.

     

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