Palpitares

Subiendo del colegio he visto las primeras flores de almendro.

Una flor de almendro provoca siempre una sensación calma y especial,  trae un ánimo a seguir, ya viene lo bueno parece decir, trae a la boca el recuerdo del dulzor de las almendras verdes (aunque nunca nos acordemos que las hay amargas y que si te empachas de almendras verdes lo pagarás sentado con música de bajo fondo).

Y con esa sonrisa que dan las cosas sencillas y geniales he entrado en casa, en silencio.

Chumbún, chumbún se oía chumbún, puchumbún dentro de mí. 

Hoy, 27 de enero, día en el que muchos celebran homenajes recuerdo de las víctimas del holocausto, (olvidando a veces pelear por los holocaustos vigentes), yo celebro que hace cinco años nació mi niño.


Hace cinco años algo en mí dejó de palpitar y comenzó a tocar. cambió el ritmo, las formas, las ganas y comenzó a tocar. Comenzó a afinarse mientras aprendía la melodía nueva del amar sin precedentes. Comenzó a tocar a los cuatro vientos con todas sus fuerzas, tocando hacia sotavento para que la música se oyera por doquier: tierra, aire, agua y fuego.

Y en esas estamos, bailando al ritmo que marca la vida compartida con un niño que cada vez es menos niño y crece por días y por viajes y por las preguntas que hace y las conclusiones a las que llega y por las palabras que utiliza que cada vez son más y por no salirse de la raya al pintar, y salirse menos al recortar, por encender el ordenador él solo y saberse la contraseña de windows, por alegrarse al regalar a sus amigos Donde viven los monstruos. Mi niño. Unos ojos que siguen descubriéndome, descubriéndonos, otra forma de mirar el mundo; ese mirar buscando, queriendo ver, queriendo saber, soñando los por qués y trazando puentes entre el deseo y lo real. Qué fácil es trazar un puente cuando eres niño, qué fácil es salvar obstáculos para seguir disfrutando.

Por suerte, su madre y yo, aunque nos pisemos de vez en cuando, aunque a veces nos apeteciera sentarnos a descansar, mantenemos el paso de baile firme y creativo en esta maratón de danza que es la vida.

Chumbún, chumbún, purumbun bumchumbún. Hoy el corazón, todo yo y la vida, somos una fiesta.

Una fiesta que quiero compartir y agradecer. Compartir aquí y donde esto llegue y agradecer a su madre, siempre ahí, y a él, claro.

Disculpad, voy a seguir bailando.

6 comentarios:

    Felicidades a Pau, que maravillosa edad los 5 años. Y que pirata es el pequeñajo.

    Y como no, a los papis que tanta suerte teneis de andar junto a el, aprendiendo y enseñando. A veces, cuando conozco a algún narrad@r que tiene hijos me pregunto como habría sido mi infancia si mi padre se hubiese dedicado a este oficio que repito por milenisisisisisissima vez, es maravilloso. No tuve un abuelo que me tomara en brazos y me contara cuentos, uno murió cuando yo apenas tenía dos años y el otro, como si no hubiera existido. Abuelas tuve una, aun la tengo, la otra, la otra fue una mujer maltratada muy valiente que con un hijo de apenas dos años, abandonó al monstruo con el que malvivia. Imaginad el resto. En aquella época....
    Quizás porque siempre me faltó un abuelo-a que me contara cuentos, porque mis padres trabajaban tanto que no tenian tiempo ni ganas, envidio a estos niños, como Pau, que cuentan con los cuentos de sus padres-padre.

    El mio habla mucho, cuenta aventuras de niño y recita sus poemas. Pero fijaos que eso le vino con la edad, cuando ya eramos mayores..
    Y vaya rollo os he soltado simplemente para felicitaros a los tres.
    Un abrazo

     

    Día 27 un día con número mágico(7).
    Hoy en el Heraldo de Aragón, en la sección de cartas al director hablan de tí, de tu actuación en Pequeño Teatro de los Libros, y de tu labor como narrador. Lo guardo para tu proxima visita, a El Pequeño Teatro.
    Felicidades a los tres.

     
    On 27/1/10 19:20 Laura dijo...

    ¡Hola! ¡Felicidades!

    Qué mayor y qué guapo está Pau! Y qué genial lo del Heraldo de Aragón. Ahora mismito lo busco a ver si me lo leo!
    Ah! Y los ojos de Pau son como los tuyos!

    Un abrazo

    Laura

     
    On 28/1/10 13:52 Rose dijo...

    ¡¡Felicidades11 (con un poco de retraso). Tu descripción de la paternidad me ha emocionado, así que me he quedado sin palabras.
    ¡Qué niño más guapo! !Y qué mirada tan limpia!
    Os deseo a los tres que sigáis bailando todos los días...

     

    FELICIDADES para los Tres.
    besos. sole

     

    Cinco años ya, ya es una personita. Pasa el tiempo implacablemente. Recuerdo cuando hablábamos de niños aquella noche en Pucela año y pico antes de que naciera Pau.
    Tener un hijo te hace comprender muchas cosas y ser mejor persona, te entrena en habilidades no conocidas y te acerca a lo mejor de la naturaleza humana. Y te das cuenta de lo difícil que es educar. Pero merece la pena, por supuesto.
    Muchos besos con retraso.

    Por cierto, la naturaleza es sabia, Pau ha sacado físicamente lo mejor de su madre XD

     

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