Atlante
2 jun 2009
Un cuento de Pep Bruno , que me regala cada lunes, me lleva a esta palabra curiosa y grande. Y, claro, en esta zona, de constructores con clientes símbolo de la humildad, a veces uno los puede contemplar en la entrada atravertinada de un chalet pagado por vete tú a saber quién.
atlante.