Contar en Requena


Anoche estuve en Requena. Requena que siempre ha sido un municipio del que he pasado cerca, del que siempre he oído hablar pero en el que nunca había estado. Ayer fu la ocasión, y qué ocasión: la feria del libro. El viaje, desde Almansa me resultó bonito. La Biblioteca también.

La feria del libro llena el paseo de este municipio que tiene un término municipal de los más grandes de la península. Y no solo eso, el personal de la biblioteca se empeña y cuelga de los árboles poemas, poesías y comienzos de libros. 

En Requena hacía mucho que no se contaba para adultos. Por eso, para esta ocasión, han preparado algo especial también. No cuento solo. Tengo la suerte de compartir mis cuentos con los de otro de los grandes: Carles Cano. Ya desde antes de llegar, el buen rollo se respira. Nos llamamos, nos esperamos, nos alegramos de vernos. La noche cae, la feria se cierra y nos vamos de cena.

La biblioteca bonita, un compañero ideal, la cena buena salpicada con mejor conversación... La noche pinta bien. Muy bien, y claro no podría ir mejor al descubrir upúblico con ganas. Con muchas ganas. Ganas del público, ganas de los narradores, un espacio ideal... Nada falló. Las historias salieron y llegaron directamente a un público que estaba allí para eso, para disfrutarlas. Y las disfrutamos, claro.

Risas, silencios, más risas, caras de sorpresa, de incredulidad, de más sorpresa, y de más ganas. Se nos hizo corta la noche, de hecho no había manera de que el público se levantara para irse, pero la noche aún esperaba en forma de carretera que me tenía guardadas varias sorpresas como zorros, una luna que me acompañó todo el trayecto, unas nubes juguetonas que lo mismo iban a ras del cielo que abrazaban las montañas y tapaban la carretera... Hasta la central tenía su punto romántico. En fin, una noche sonriente.

Gracias Requena. Gracias Carles.



2 comentarios:

    On 24/6/09 11:40 Faro dijo...

    Nos hiciste pasar una buena velada, con tu fluídez verbal y tu imaginación, no dejamos de reir y la energía continuó hasta los sueños de la noche.

    Gracias

     

    Lo pasamos bien. Nunca había contado ni escuchado más de un cuento a Carles y fue un lujo y placer compartir historias y ritmo con él y con vosotros, claro.

    Habrá que volver y si puede ser pronto, mejor.
    Me alegra saber que las historias llegaron más allá de la contada y alcanzaron algún sueño que otro.

    Gracias

     

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